Debut afortunado del Junior venciendo a Equidad 2-0 ante solo 12 mil aficionados. Pocos para los bastantes que dicen ser hinchas del equipo barranquillero. Ganar comenzando un torneo es saludable. Es posible que algunos digan que ganarle al equipo bogotano es algo normal. Total, nunca ganaron en el Metro. Los goles de Borja y Teófilo le dieron un sabor especial al triunfo. Es el aura que tienen los ídolos, los que nacen con un ángel que los hace diferentes. Hasta ahí un triunfo con sabor a esperanza. De acá en más, con sólo mirar la alineación y los movimientos tácticos, nos hace recordar que esto se trata de un equipo de fútbol que integran once jugadores y para que Borja y Teófilo puedan hacer un gol necesitan del trabajo de todos, incluyéndolos a ellos.
A la hora de la victoria, en el análisis del partido, en las preguntas al técnico Comesaña y a los jugadores al final del juego, todo estuvo enfocado a Borja y Teófilo (apenas lógico), al dúo de goleadores (lo son) y a la integración de ambos bautizándolos como el “BorTeo” (apenas normal).
Pero, un poco más a fondo, el triunfo es muy significativo porque los equipos de Alexis García, por filosofía propia, no dejan jugar. Cometen muchas faltas, detienen el juego de su rival con todo lo que tengan a la mano y en los pies. Pasa entonces, que cuando el rival (en este caso Junior) se contagia de la falta leal o no tan leal, el juego se vuelve cortado. No fluye. Equidad cometió 25 faltas y Junior respondió con 22. Demasiadas.
Yendo un poco más allá, mientras Borja y Teófilo brillaban individualmente y el equipo colaboraba para que eso ocurriera, el DT Comesaña tuvo que sortear las ausencias de Narváez, Cantillo, Hernández y Pérez, que se fueron; superar las lesiones de ‘Cariaco’, James y Piedrahíta y la convocatoria de Ditta, Fuentes, Cetré y Sandoval, que están en la selección Colombia sub-23. Hablamos de otros once jugadores, una alineación a falta de arquero.
El mérito individual de Borja y Teófilo vino como consecuencia del trabajo en equipo en el que actuaron ocho jugadores nuevos. Los que fueron titulares, Viáfara, Rosero, Angulo, Higuita, Larry y Borja y los que entraron después, Didier y Carmelo, que no desentonaron en la columna vertebral de Viera, Mera, Pico y Teófilo.
Que volverá a ocurrir esta noche ante el Cali, no lo sabemos. Ojalá, pero recordemos que este Junior es un nuevo equipo en construcción. Aquel, el que nos dio tantas alegrías y títulos, ha comenzado a quedar guardado en el disco duro de la memoria...