Gran repercusión ha tenido la columna de María Jimena Duzán en la que afirma que el exalcalde Alejandro Char recibió una coima de un prestamista de Carlos Vengal, el contratista del megatanque ‘7 de Abril’. Este escándalo se suma al de la Triple A en cuya trama aparece un hombre de confianza de Alejandro: Héctor Amarís, cariñosamente apodado el ‘Oso Yogui’.

Muchos creen que se trata de una premeditada cacería de Duzán inducida por quienes no quieren que Alejandro siga escalando en la pirámide del poder.

También hay gente que no se atreve a cuestionar a Alejandro porque es poderoso y un exitoso exalcalde. No puedo hacer parte de esa silenciosa legión, pues por esa vía moralmente condescendiente tendríamos que aceptar que todos tenemos autorización para hacer lo que nos dé la gana con lo público. Menos puede aceptarse eso si uno nació en la riqueza y tiene pretensiones presidenciales. Yo lo puedo apreciar y admirar (y él lo sabe), pero, ante todo, está mi compromiso con la transparencia. Esperaría, por tanto, que diera las explicaciones correspondientes. Y que la Justicia actúe.

Recuerdo que cuando fue candidato en 2007, un sábado, con la intermediación del colega Miguel Lozano, su asesor en comunicaciones, me reuní con él en su casa de El Golf. Y uno de los temas que surgió del diálogo fue la imperiosidad de modificar la actitud de los futuros alcaldes frente a los dineros públicos. Teníamos que superar los gobiernos del Movimiento Ciudadano que no dejaron la mejor huella en materia de ética pública. “Vendrán tiempos mejores”, me dijo.

Tras su triunfo, si mal no recuerdo, un día me telefoneó Elsa Noguera, entonces gerente de La Previsora, para que le presentáramos a Alejandro, a ella y a José Manuel Carbonell, asesor financiero del Grupo Empresarial Olímpica, los estudios que la Fundación Protransparencia había realizado sobre las finanzas distritales. Concurrimos, Carlos Lozano, quien orientó esas investigaciones, Raimundo Alvarado y yo. El escenario que mostramos indicaba que no había muchos motivos para el optimismo fiscal a menos que se liquidaran las onerosas concesiones que había dejado el Movimiento Ciudadano.

Alejandro fue intrépido: recuperó la soberanía tributaria del Distrito y lo celebramos con una concentración en las escalinatas de la Catedral, donde fui uno de los oradores. Sin embargo, con las otras concesiones negoció y años después estas trocaron en empresas de economía mixta.

Con el recaudo recuperado, una audaz estrategia de endeudamiento y la decisiva ayuda nacional, Alejandro y Elsa pudieron hacer canalización de arroyos, malecón, parques, megacolegios, puestos de salud y vías. Un impresionante balance en infraestructura que le ha dado popularidad a Alejandro y lo tiene en la fila de presidenciables de 2022. En lo que hay nubes negras es en el balance ético.

@HoracioBrieva