Petro y sus feligreses están alborozados porque la Contraloría General de la República ha vinculado a Sergio Fajardo a la investigación por los detrimentos generados en el traumático proceso de construcción de la Hidroeléctrica Ituango. Como hienas voraces han salido con sus chillidos carroñeros a devorarse a quien sienten que es su mayor obstáculo en 2022.

Desde su altanero púlpito de Twitter, el jefe de la Colombia Humana, cual fiscal o juez penal, ha dictaminado que “Sergio Fajardo es responsable fiscal de la pérdida de casi 9 billones de pesos por el desastre de Hidroituango”. Su delfín, siguiendo el mal ejemplo del papá, tildó de “corrupto” al líder de Compromiso Ciudadano.

Pero el asunto no es así de simple (y ya sabemos que una de las características populistas de Petro y su rebaño es simplificar las cosas en desmedro de las explicaciones rigurosas). Hacer responsable a Fajardo de ese hecho es una infamia. Las afirmaciones de Petro eluden la complejidad del asunto. Colocar en cabeza de Fajardo los desaciertos de Hidroituango solo tiene el propósito político de tirarlo a la lona y sacarlo del combate de 2022.

Hidroituango es una megaobra que comenzó a concebirse en 1962 cuando Fajardo era un niño de 6 años. Y finalmente la construcción empezó en noviembre de 2010.

Es un megaproyecto necesario para la sostenibilidad energética del país, y, desde luego, es imposible ignorar los acontecimientos gravísimos que han sucedido a consecuencia de los errores de planeación y ejecución que han provocado gigantescas afectaciones humanas y ambientales y pérdidas económicas. Este es un vergonzoso capítulo que cuestiona la excelencia de la ingeniería colombiana y se suma a accidentes deplorables como el desplome del edificio Space y el del puente Chirajara.

Sin embargo, también hay que decir que las EPM, una de las empresas emblemáticas de Colombia y América Latina, tienen clara la responsabilidad de garantizar la seguridad de las comunidades que habitan aguas abajo y arriba de la megaobra, la protección del ambiente y la estabilidad de la hidroeléctrica.

La mejor respuesta de Fajardo a los feroces ataques de Petro y sus seguidores será dejarle explícito al país hasta dónde llegó su actuación en este complejo tema. En el comunicado que expidió el jueves 3 dijo que como gobernador del periodo 2012 -2015 hizo parte (a través de sus delegados) de la junta directiva de la Hidroeléctrica Ituango, pero que eran las EPM las que tomaban las decisiones técnicas sobre construcción y las que contrataban.

Fajardo ha dicho que responderá por todas y cada una de sus actuaciones. ¿Saldrá ileso o afectado de este escándalo en el que sus enemigos quieren exhibirlo como el responsable de los problemas de Hidroituango? Él ha dicho esto: “El camino es largo y la verdad y la decencia siempre salen adelante, aunque a veces se demoren”.

@HoracioBrieva