Veinte años después de un escandaloso romance entre Gracie Atherton-Yu (Juliane Moore) y Joe (Charles Melton), que captó la atención de los medios, la actriz de televisión Elizabeth Berry (Natalie Portman) se prepara para asumir el papel de Gracie en una próxima película.

Gracie consiente la entrada de Elizabeth en su vida cotidiana para relacionarse con su familia en un momento que coincide con la graduación del colegio de los gemelos, hijos de la pareja, quienes se preparan para ingresar a la universidad. Gracie y Joe están a punto de enfrentar el “nido vacío”, un hecho que comienza a plantear interrogantes, mientras la llegada de Elizabeth revive el pasado.

Cuando Gracie tenía 36 años, casada y con hijos, tuvo un “affair” con Joe, un joven de séptimo grado a quien duplica en edad y con quien trabaja en una tienda de mascotas. Como resultado Gracie fue a prisión, donde nació el primer hijo de los dos. Después de salir de la cárcel se casaron, y tuvieron los mellizos. Acostumbrados como estamos a que el predador sea un hombre, esta historia, inspirada en el caso de Mary Key Letourneau, nos estremece desde el comienzo.

La perspectiva de Elizabeth, quien trata de comprender a fondo lo que sucede con Gracie altera la dinámica familiar. Por un lado, está Joe, quien, con sólo 36 años, la misma edad de Elizabeth, se da cuenta que no ha alcanzado a procesar lo sucedido y es manipulado por Gracie. Por otro lado, se exploran las similitudes y diferencias entre Elizabeth y Gracie.

El comportamiento de las dos mujeres provoca una conexión tanto emocional como física que se refleja en la imagen, y el juego de espejos, ya sean imaginarios o reales, puede servir de metáfora. La cinematografía de Christopher Blauvelt capta el mundo exterior que rodea a estos personajes, algo desconectados de la realidad, viviendo su propia verdad.

Con momentos de humor y otros que reflejan horror a través de lo cotidiano, al estilo Bergman, Haynes logra sumergirnos en lo más profundo de sus personajes, captando lo que pueden tener de inocente o perverso.

Como es característico en este director, y lo hemos experimentado en otras de sus producciones como Carol (2015) o Far from Heaven (2002), el desarrollo de los caracteres es excelente. Esto, junto a las destacadas actuaciones de las protagonistas, hace de May December una experiencia satisfactoria a pesar de la incomodidad que pueda surgir en varias de las escenas.

May December fue escrita por Samy Burch, y se presenta por Netflix.