La última encuesta del British Film Institute y la prestigiosa revista “Sight and Sound” ha catalogado Jeanne Dielman, de la directora belga Chantal Akerman, como la mejor película de todos los tiempos, superando la tradicional Citizen Kane de Orson Welles, primer puesto desde 1952 y Vertigo, de Alfred Hitchcock votada en 2012.
Independientemente de la controversia que ha ocasionado tal selección, que se hace cada 10 años e incluye un significativo número de críticos y escritores de cine, es importante llamar la atención sobre esta directora, desconocida para muchos, quien ha superado los tradicionales y predecibles clásicos.
El filme, con su particular título, fue realizado en 1975 y tiene 3 horas y media de duración. Su temática se refiere a la vida monótona y aburrida de Jeanne (Delphine Seyrig), un ama de casa, viuda y madre de un joven adolescente. Sus movimientos rutinarios y obsesivos son registrados por una cámara estática y voyerista que funciona en tiempos reales y sin ningún efecto especial.
Vemos a Jeanne limpiando, cocinando, tejiendo, todo en función de mantener a su hijo lo mejor posible, y, para complementar sus precarios ingresos, opta por trabajar en prostitución por las tardes, mientras éste se encuentra en el colegio. Si bien tal situación podría presentarse de manera sensacionalista, la película sigue un ritmo pausado y lento, mostrando lo que el cine tradicional no muestra. Por ello, sólo si logramos meternos en el personaje, experimentaremos la violencia subyacente.
La película fue hecha cuando la directora tenía sólo 25 años de edad, y, sin embargo, capta con madurez el estado psicológico de esta mujer y su sometimiento absoluto a la cotidianeidad, hecho que la consagró como una de las grandes directoras del cine experimental y Avant-Garde del momento.
Según lo expresó la directora, la cinta hace homenaje a su madre, sobreviviente del Holocausto, hecho que en parte explica la falta de comunicación con su hijo, los silencios extensos, y la obsesión con lo rutinario, evitando confrontar demonios del pasado.
Si bien esta directora ha sido reconocida, hay que mencionar lo difícil que resulta premiar a las mujeres, dada las pocas posibilidades de acceso al medio en esa época. Es así como la lista de las cien mejores incluye sólo 11 mujeres. Difícil también fue conformar el equipo de filmación, que cuenta con mayoría de personal femenino, consecuente con los planteamientos de la directora.








