Las feministas siendo feministas / las mujeres siendo Mujeres
Definitivamente las mujeres están logrando grandes cosas, desde las juntanzas poderosas, la determinación de no rendirse, el despertar político, la consciencia de ser mujeres, el derecho a vivir libres, felices y sin miedos, viviendo su cuerpo, su ser y su existencia más allá de la romantizada e histórica abnegación por los otros, ha llegado el tiempo de las mujeres para ellas mismas.
Es inevitable para mi exaltar las buenas acciones de los movimientos feministas en el mundo y en especial en Colombia, a ellas me quiero dirigir por todo lo poderoso e inspirador que hacen, no se resignan, no se detienen, no se distraen o se martirizan si las llaman – feminazis o radicales – ellas siguen agitando las banderas de los derechos y las libertades, co-crean grandes procesos y agitan los mandatos culturales basados en prácticas machistas.
Podría nombrar a muchas organizaciones sociales feministas desde diferentes enfoques, unas trabajando por los derechos sexuales y reproductivos, otras desde el afrofeminismo, la participación política, el periodismo no sexista, el deporte, el arte o un infinito de nichos u horizontes temáticos, pero que al final suman al mismo propósito: la transformación social con visión femenina tejedora de equidad e igualdad de derechos.
Es inspirador ver la entrega de las organizaciones o movimientos liderados por mujeres, logran hacer cosas maravillosas como las desarrolladas hace unos días por – Dos Latinas – en Bogotá, confieso que lloré de alegría al verlas, porque desde Dubái donde actualmente vivo se ve una Colombia resiliente y creativa que se comienza a escribir en femenino, felicitaciones por ese gran trabajo, también están – Las Artemisas/ Paridad Ya – lideradas por Juliana Hernández a quien tengo la fortuna de llamar amiga, mi admiración y respeto por ella, por otro lado, menciono a – Las Siete Polas – que nos llevan a muchas reflexiones desde sus contenidos feministas en español que llevan a la comunidad hispanohablante una constante pedagogía necesaria y fundamental para escribir nuevas historias; otro ejemplo de despertar femenino desde el ser y la sexualidad es – Kunda la Vagina – movimiento liderado por mi amiga y gran aliada de sueños Indira Rodríguez y así podría seguir mencionando a todas las mujeres y organizaciones que lideran causas reivindicadoras de los derechos humanos femeninos y tejedoras de nuevas realidades con perspectiva incluyente, femenina y de género.
Falta mucho por lograr es innegable, pero están pasando cosas buenas y los resultados se están comenzando a ver, como dice la maestra y amiga Florence Thomas “hay logros que hace 50 años eran una utopía y no se puede negar que en algo hemos avanzado”.
De este modo, quiero celebrar que el número de congresistas electas haya aumentado (el camino es no bajar la guardia) y seguir en la pedagogía hacia nosotras mismas para que las mujeres lideremos, gobernemos o legislemos desde el respeto por las mujeres, es decir, una real sororidad porque ya basta de ser caudillas del patriarcado, celebro también la llegada de la primera mujer wayúu al Senado de la República Martha Peralta Epiayú, que haya una mujer afro de fórmula vicepresidencial y que no sea una sombra de la campaña sino que su fuerza esté generando tanto revuelo que despierta reacciones diversas desde develar el racismo estructural y sistemático en el país, por lo cual, es de exaltar que no se ha detenido en la revictimización sino que como innata guerrera de región, con sangre de negra valiente y la buena presentación de ser una lideresa sin escándalos de corrupción pero si un prospecto de acciones reivindicadoras del ambiente, las comunidades y los territorios.
Definitivamente las mujeres están logrando grandes cosas, desde las juntanzas poderosas, la determinación de no rendirse, el despertar político, la consciencia de ser mujeres, el derecho a vivir libres, felices y sin miedos, viviendo su cuerpo, su ser y su existencia más allá de la romantizada e histórica abnegación por los otros, ha llegado el tiempo de las mujeres para ellas mismas. Cierre esta columna reafirmándome una vez más como feminista desde el universo de libertades que me permito, aplausos y gracias a todas las mujeres (incluso aquellas que no se consideran feministas) pero que trabajan sin descanso por y para que ser mujer no represente el riesgo más grande del mundo.
Gracias a todas, por tanto, a las que abrieron camino y a las que siguen alzando con honores las banderas feministas. Adelante a todas, las feministas siendo feministas quiere decir siendo poderosas, inspiradoras, contundentes, sororas, por eso el nombre de esta columna en reconocimiento a la gran causa que lideran.
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