¿Etimología tiene etimología? P. D. Pardo, B/quilla
Etimología es la disciplina que estudia el origen, la evolución y el sentido inicial de las palabras de un idioma para explicar su significado en el presente. Es algo difícil, pues, poniendo por caso el español, muchas de sus palabras vienen del latín, muchas de las de este derivan del griego y muchas de las de este último tienen otras procedencias. En nuestro idioma, ‘etimología’ fue tomada del latín etymologĭa, que derivó de un término griego compuesto por étymos ‘verdadero’, por logos ‘tratado, estudio o palabra’ y por el sufijo -ía (‘relación con algo’). Es decir, ‘etimología’ es ‘lo relacionado con la verdad de la palabra’.
¿‘Cosismo’ es palabra válida? Noel Berdugo, Bogotá
Pese a que aún no ha sido admitida por la Academia, esta palabra es un neologismo válido, pues expresa un concepto nuevo. ‘Cosismo’ es un vicio del lenguaje que consiste en el uso excesivo de la palabra ‘cosa’, por lo cual, aunque en principio esta significa “objeto inanimado” o “todo aquello que puede ser objeto del pensamiento”, se ha convertido en un término comodín, vago e impreciso, que lo nombra todo. Esto se debe a la tendencia al menor esfuerzo mental, que empobrece y resta precisión y elegancia a lo que se expresa. Por ejemplo: “¿A qué cosa te refieres?; son cosas de la vida; me contó cosas de su pasado; iba borracho, de cosa no se estrelló; la cosa no está para reír; su triunfo en las urnas es cosa segura; ¡qué cosa linda es esa niña!”. O imaginemos este diálogo telefónico: “No viniste, ¿qué cosa te pasó?”. “Tengo una cosa en la garganta”. “¡Anda, qué cosa! Bueno, chao, cualquier cosa me avisas”.
¿Aún se usa la palabra ‘misia’ para referirse a una mujer? Aldemar Cardozo, B/quilla
‘Misia’ es término coloquial en desuso que en América se emplea para tratar con cortesía a mujeres casadas, mayores o viudas. Equivale a ‘señora’, ‘mi señora’ o ‘doña’, y, por lo general, se dirige a una mujer de nivel distinguido (para tratar a una sencilla, sobre todo, anciana, se empleaba la voz ‘ña’, abreviatura de ‘señora’). A la palabra francesa monsieur ‘señor’, en español el habla popular la transformó sucesivamente en monsiur, mosiur, mussiur, musiú, y luego pasó a designar a un extranjero que no habla bien nuestro idioma (‘hacerse el musiú’ es hacerse el extranjero, el desentendido, el loco). Después de la evolución de monsieur a musiú se dio en español la feminización de este último término y surgió ‘misia’ (o ‘misiá’, como también se usa).