P.: ¿Cuál es el origen del guapirreo, gritos emitidos por los presentes o por los músicos cuando suena una banda pelayera? JATS, B/quilla
R.: Según Miriam Castillo, investigadora de Chinú, la palabra guapirreo es propia de los zenúes (o del habla campesina zenú, porque ellos perdieron su lengua). Nació en épocas prehispánicas cuando grupos de hombres, en “cuadras”, como decían, se dispersaban por las ‘bolas de monte’, y, luego, para indicar su posición o para advertir que era hora de almorzar o de regresar lanzaban gritos largos y agudos, los denominados “gritos de monte”, a los que les fueron agregando versos sobre la vida campesina, y cuando ya eran parte de la tradición los llamaron guapirreo. Son gritos sostenidos, porque la lengua zenú tenía las cinco vocales que conocemos más tres vocales sostenidas: ‘eee, iii, ooo’, que se pronuncian ‘ejé, ijí, ojó’. El más popular de los gritos es ‘uuiiipii’ (que suena parecido a ‘uuijiipiiii’). También está ‘ueeepa’ (‘uuejepaa’), que significa ‘sabroso’ en lengua zenú. Aunque es privativo de los hombres, hoy las mujeres guapirrean en actos culturales para preservar la tradición. En los años 50, a partir de Pedro Laza y sus Pelayeros, distintas bandas han incluido entre sus integrantes a personas encargadas de guapirrear.
P.: Antes era ‘carta de navegación’, hoy ‘hoja de ruta’; antes ‘mitin’, hoy ‘plantón’. ¿Por qué cambian las expresiones? Ramón Solano, B/quilla
R.: Las expresiones y las palabras nacen, se usan, cambian de sentido, dejan de usarse, fenecen, resurgen… Existen la lengua y el habla. La primera es el lenguaje que hemos determinado, que tiene escritura, códigos y otros elementos, y es exclusivo de los humanos. El habla es el empleo libre y creativo de tales códigos y elementos, es decir, es la práctica lingüística. Todo esto quiere decir que la lengua es comunicación y el habla expresión. Pues bien, con su habla libre y creativa, nuestra comunidad barranquillera fue cambiando las locuciones ‘hoja de ruta’ y ‘mitin’ por ‘carta de navegación’ y ‘plantón’, pese a que no son sinónimas (no hay espacio para decir por qué no lo son). Esto nos indica que el habla es un ser vivo en constante transformación, y que es lo particular, contrapuesto a la lengua en cuanto esta es lo social, lo que permite que las personas se entiendan.
P.: En realidad, ¿cómo se escribe: WhatsApp, wasap o guasap? Dairo Ruiz Á., B/quilla
R.: Si para españolizar el nombre de los mensajes instantáneos enviados por WhatsApp usamos el sustantivo guasap o su verbo derivado guasapear, los dos términos lucen raros porque se alejan del nombre original de la compañía o de la W, su letra inicial. Es mejor escribir wasap o wasapear, que son grafías acordes a las normas del español, que dicen que la letra W es lo más adecuado para representar el sonido /gu/ en palabras extranjeras, como whisky, waterpolo, web, walkie-talkie. Pero si nos referimos a la empresa, siempre debemos escribir WhatsApp.
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