La humanidad necesita disminuir sus emisiones a la atmosfera para no sufrir de manera más drástica los embates del cambio climático, y hemos culpado de toda esta situación a los combustibles fósiles. Yo no puedo estar totalmente de acuerdo con esto por la sencilla razón que la industria (quien produce el alimento, los medicamentos, el agua potable, el saneamiento básico, nuestras ciudades, etc.) depende del carbón, petróleo y gas. Ojo, esto no quiere decir, que no esté de acuerdo con que debemos salir de ellos de manera progresiva (igualmente son recursos no renovables), pero si que le demos una mirada diferente al problema.
Si todo lo que genere emisiones se corta de raíz, entonces, nos quedaríamos sin ganadería, sin agricultura, sin industria maderera, sin tecnología, etc. Creo que ese claramente no es el camino, por el contrario, deberíamos entonces buscarles solución a las emisiones de CO2, capturarlas y darle un uso industrial (que sí que lo tiene) para generarle valor y poder ahora sí recircular.
Desafortunadamente, a nivel mundial y en los planes del Net Zero la cosa no se ve así, pues su principal objetivo es reducir emisiones con la utilización de nuevas energías, algo que tiene muchas implicaciones negativas en términos de minerales que hemos hablado en muchas de las columnas anteriores. Pero, ¿así como vamos llegaremos al Net Zero?, es mejor dar unos daticos para entender si lograremos o no llegar a ese objetivo tan anhelado. Antes que nada, miremos la evolución de la matriz energética, en 1970 el 94% de la energía provenía de fuentes fósiles y el 6% restante de hidráulica y un poquito de nuclear, en el 2000, el 87% provenía de fuentes fósiles, 7% hidráulica y 6% nuclear, es decir, en 30 años se desplazó a los hidrocarburos 7% de la matriz. Sin embargo, al año 2019 y con la entrada de nuevos energéticos y el boom de la transición, la matriz fósil solo se redujo en 2.7% (84.3%) en 20 años. Esto podría parecer anti intuitivo, pero, no solo debemos pensar en cuanta energía generamos con las nuevas fuentes sino cuanto crece el consumo energético de la humanidad en el tiempo.
La buena noticia es que este dato también se los presento: las energías renovables que más crecen son la solar y eólica y estas representan el 12.2% de la energía eléctrica del mundo, la energía eléctrica representa solo el 10% de la energía mundial total, es decir, la energía solar y eólica representan en su totalidad cerca del 1.2% de la energía mundial total y su crecimiento en el 2022 fue de 9.6%, aunque suena alentador eso es solo el 0.1% de la energía total mundial, ahora bien, el aumento del consumo energético mundial total en el 2022 fue de 2.1%. Esto significa que el consumo energético mundial crece 21 veces más que la producción de energía renovables con las que se quiere llegar al Net Zero. Yo concluyo que impacta más al medio ambiente y al planeta hacer algo con las emisiones y trabajar con ellas que reemplazar la energía con nuevas fuentes.
*Profesor de la facultad de ingeniería de la Universidad del Área Andina – Valledupar.
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