La biomasa fue nuestra primera y única fuente de energía por muchos siglos, la hemos usado desde el descubrimiento del fuego. Sin embargo, el aumento de la población implicaba cada vez consumir más energía y esto a su vez impactaba en la deforestación para extraer la leña o en la pesca de ballenas para extraer su aceite y poder encender las antorchas de las ciudades de la época. Afortunadamente, con la revolución industrial apareció un nuevo energético (carbón) con el cual se redujo de manera importante el consumo de leña y de cierta forma se salvaron las ballenas de la extinción.
Hoy día la biomasa aún es utilizada, por ejemplo, en Colombia el sector rural que no está interconectado consume cerca del 12% de la energía total del país a partir de la biomasa tradicional, esto es tres cuartos de la energía eléctrica total del sistema interconectado nacional. Aunque la biomasa tradicional genera problemas de salud pública, porque su quema genera gases causantes de importantes problemas respiratorio, la biomasa supone una importante fuente de energía si lo producimos de manera industrializada y ordenada.
Pero, antes de poner la biomasa como una salida a nuestros problemas energéticos, debemos evaluar su capacidad de generación de energía y cuanta biomasa es requerida para sostener la demanda. En este sentido, es importante conocer que tenemos diferentes tipos de biomasa, que podríamos clasificarla en 3: Natural, aquella que proviene directamente de los seres vivos una vez cumplen su ciclo de vida; Residual, todos aquellos desechos que produce la biomasa natural, la orina, la excreta, bagazo de la caña; Energética, que es toda aquella basada en siembras específicas para la producción de combustibles como algunos cultivos de maíz, caña de azúcar, palma de aceite, etc.
Para entender esto mejor, hice un ejercicio donde planteaba el escenario de suplir la necesidad eléctrica de todo el país (16% de la energía del país) a partir de la biomasa. Allí evalué cuatro productos energéticos representativos: Briquetas, Biodiesel, Bioetanol, Biogás. Colombia consumió en promedio 208 GWh-día de electricidad en el año 2022. Si se quisiera abastecer esa necesidad eléctrica a partir de la combustión de cualquiera de estos energéticos necesitaría diariamente:
Solo Briquetas: 102.992 toneladas; Solo Biodiesel: 53´000.000 litros; Solo Bioetanol: 156´000.000 litros; Solo biogás: 87´887.324 metros cúbicos.
La capacidad de generación de la biomasa es deficiente si comparamos con otros energéticos, por lo que necesitaríamos grandes cantidades de está para suplir necesidades importantes, lo que hace que su rentabilidad sea muy limitada. De allí, la biomasa funcionaría bien como un apoyo energético más no la fuente principal de generación. Los biocombustibles tienen unas condiciones diferentes y más favorables de mercado, aunque sus precios deben competir con condiciones como disponibilidad de agua, el costo de la tierra y la deforestación.
*Profesor Facultad De Ingenierías Universidad Areandina - Valledupar