Un ejercicio interesante ha hecho el gobierno nacional con el documento de la Hoja de Ruta de la Transición Energética que se acaba de publicar, donde compilan los energéticos con los que se proponen reemplazar los combustibles fósiles, aunque en muchos puntos estoy en desacuerdo (no porque esté mal, sino porque a mi parecer se puede proponer mejor). Por esta razón, escribo los grandes factores que a mi parecer son determinantes para tener una transición energética que además de justa sea también sostenible en el tiempo.

El primer pilar para realizar la transición es levantar información base a escala detallada por departamentos (y sus municipios) donde identifique los tipos de energéticos con que cuente cada región y evalúe, con números claros, su capacidad de generación de energía. A partir de esta información, se empieza a analizar cada energético partiendo del trilema de la energía, esta dice que, la energía debe ser asequible para la gente (bajo costo), debe ser confiable (no tenga racionamientos por factores externos, climáticos, etc.), debe tener cuidado del medio ambiente (impacte lo menos posible, todas impactan).

Con esto ya podremos redefinir la mejor matriz energética posible para cada región, donde muy seguramente las mismas comunidades (obviamente sin cohibir la financiación o inversión privada) podrán generar la energía que necesitan. Además, involucra a los gobiernos de cada departamento a impulsar la transición conociendo un verdadera ¨Ruta de su Transición¨. A mi entendimiento, el documento publicado aún deja con más preguntas que respuestas a los gobiernos locales porque no sabrían aún como actuar para hacer su transición energética.

Cuando el ministerio de energía anunció el año pasado la creación de la hoja de ruta de la transición energética esperaba un paso a paso claro, donde cada gobernante podía tomar ese documento y sabría qué hacer y hacia dónde ir, sin embargo, el documento aún es muy globalizado, que pone la meta, pero no marca el camino.

Finalmente, desde mi experiencia y mi análisis de los sistemas energéticos, lo más parecido y realista de la democratización de la energía, va enmarcado a la evaluación energética por regiones y la creación de matrices energéticas diferenciales, que, además, de darle a los municipios una ruta clara por donde seguir, independiza al país energéticamente de las grandes generadoras de energía y lo pluraliza. Valoro el documento publicado y entiendo el gran esfuerzo que han hecho los profesionales detrás de este documento porque han recopilado mucha información que a veces no es fácil de encontrar, sin embargo, se puede aún pulir un poco más por el bien del país y de la transición energética.

*Profesor Ingeniería geológica
*Universidad del Área Andina sede Valledupar