Con los bloqueos
Pero los bloqueos deben desaparecer y que nunca más un niño muera dentro de una ambulancia porque la atacaron los facinerosos.
El país no ha escuchado ni una sola vez, ni una sola ocasión, en algún momento, circunstancia, gravedad de hechos o violencia extrema, que el autodenominado Comité del Paro, el cual nadie sabe cómo fue escogido y quién los legalizó ante la protesta justa de la defensa de derechos humanos, haya desautorizado, rechazado, condenado o repelido los grandes bloqueos de carreteras, avenidas, cruces de vías arterias, círculos en el país con glorietas de entrada a ciudades y pueblos, vías de acceso a mercados, centros de abastecimiento, centrales de abasto, clínicas, puestos de socorro, estacionamiento de ambulancias o centros de comando policial fijos o provisionales para que la fuerza pública pudiese hacer respetar la tranquilidad ciudadana y los derechos fundamentales de marchantes, espectadores y la nación entera.
Sobre este tema ni una protesta. Por el contrario la evidencia de audios públicos muestra que estos comandos han apoyado en forma contundente los bloqueos, y además ya expresaron que no los desautorizan y por el contrario son legítimos. Vaya semejante desfachatez, cinismo y petulancia. Por esta simple actitud y declaración ya la Fiscalía tiene la obligación de abrirles una causa con acusación rápida por incitación a la violencia, intento de homicidios y provocación de alteración del orden público.
Este es el camino hacia el crimen que se disfraza de coberturas políticas dizque de izquierda, pero con participación en las calles y en estos bloqueos, de asesinos impidiendo que lleguen alimentos a los hogares, que las ambulancias concluyan con enfermos ya muertos en los hospitales, que no lleguen a sus destinos quienes necesitan trabajar para sostener familias y que no vandalizan como ellos su oficio porque necesitan la paz y el salario diario. Germán Vargas Lleras en su columna dominical en El Tiempo del 22 de mayo afirma que el presidente de la CGT sostuvo una versión según la cual la ONU reconocía los bloqueos como formas de protesta: Falso absoluto. Estos comités del paro lo que pretenden son imposibles como que se desmonte el Esmad, que la fuerza pública se retire de las marchas y sea pasiva espectadora.
La misma OIT en el Convenio con Colombia de 1987 en su artículo 9 ratifica las garantías que el Estado debe brindar a sus ciudadanos en casos como el que ha vivido el país. Por ello, no solamente tenemos el respaldo mundial sino en el Derecho de Gentes Internacional poseemos el respaldo. Pero ante todo los bloqueos deben terminar porque ya la gente a estas alturas que se escribe esta columnas la inmensa mayoría del país se está preguntando: Por qué no actúa el gobierno o lo hace tan temerosamente en estos casos?.
Reforzamos nuestro criterio anteriormente expuesto: Las protestas, las marchas, los desfiles pacíficos son un derecho incontrovertible. Lo que se reclama es verdad: Abajo la corrupción, abajo la indolencia oficial para atender sus obligaciones sociales. Más trabajo y asistencia económica. Una policía absolutamente profesional y el miembro de ellas que cometió un acto violento u homicidio que sea castigado. Pero los bloqueos deben desaparecer y que nunca más un niño muera dentro de una ambulancia porque la atacaron los facinerosos. A estas alturas no estamos para agravar más las cosas sino para retomar el camino.
Más Columnas de Opinión
Junior y la sanción a Jorge Duarte
En los más de cuarenta años que he estado en la industria de los medios de comunicación, el fútbol siempre ha sido la misma historia. Los temas del Junior de Barranquilla, por partidos accidentados y fallos arbitrales, siempre se maximizan y s
¡A marchar este 21 de abril!
Algunos colombianos manifiestan que las marchas “no sirven para nada” y por esa razón prefieren quedarse en la comodidad de su hogar, a pesar de las evidentes amenazas en el escenario político; otros creemos que son una herramienta participa
Actuar como jauría
Los paisas protestan en gavilla, cual jauría. Les temen, y obligaron a Petro y a sus ministros del sector a echar tremenda reversa y a comprometerse con las inversiones que habían negado para culminar un túnel, obra por la cual armaron tremendo
El malestar
Estamos viviendo tiempos de postverdad, caos, violencias, basta con ver las noticias y con analizar nuestras vidas, para concluir que padecemos la pobreza de no tener tiempo, de estar corriendo tras un mandato planetario de productividad, de estr