Se puede llegar a pensar que el emprendimiento es algo innato o reservado para algunos pocos que poseen un “gen empresarial”. Sin embargo, aunque algunas personas tengan una mayor facilidad para desarrollar ciertas características del emprendimiento, como la creatividad o la tolerancia al riesgo, estas no son suficientes para asegurar el éxito empresarial. El emprendimiento requiere un conjunto diverso de habilidades y conocimientos que se pueden aprender y perfeccionar con el tiempo.

Por lo tanto, la respuesta es sí, se puede aprender a emprender. Las universidades tienen el deber de ofrecer programas de emprendizaje (aprender a emprender) para que los jóvenes con vocación emprendedora puedan convertir sus sueños en una realidad empresarial.

Afortunadamente, en Colombia el emprendimiento ha sido impulsado por programas de Gobierno, del sector privado y de la academia, y ha contado con el respaldo de diferentes normas que lo fomentan, como la Ley 1014 de 2006, que busca promover la cultura emprendedora en las instituciones educativas del país, o la Ley 2069 de 2020, que establece un marco regulatorio para propiciar el emprendimiento, entre otras posteriores.

Pero también es una oportunidad que se debe comprender en el marco del capitalismo del emprendimiento que se está gestando en todo el mundo, donde los emprendedores son quienes están generando riqueza y empleo, aún más en situaciones de crisis económicas como la que estamos atravesando en América Latina.

Colombia es un país con espíritu emprendedor y así lo muestra el estudio “La voz de las empresas en Colombia, un diálogo con la sociedad”: el 84% de los encuestados ha tenido la intención de crear su propio negocio, tanto hombres como mujeres y en todos los estratos socioeconómicos.

Sin embargo, no todos los que sueñan con emprender logran materializar sus proyectos y enfrentan diversos obstáculos en el camino. Por eso, es fundamental el apoyo de instituciones educativas que ofrezcan laboratorios, experiencias internacionales, programas de formación, incubación, emprendimiento e innovación para impulsar a los emprendedores.

Un ejemplo de ello es la Universidad del Rosario, que creó la primera Facultad de Emprendimiento en Colombia con programas formales como el pregrado en Emprendimiento y la maestría en Emprendimiento e Innovación, junto con programas de acompañamiento como Empoderarte y Mujeres sin Límites (en alianza con la Fundación Belcorp), que han beneficiado a más de 6.000 mujeres en el país, y el Programa de Emprendimiento Senior (en alianza con Porvenir), que ha apoyado a más de 500 personas mayores con proyectos innovadores, entre otros. Todo esto acompañado además de proyectos de investigación que permitan ampliar la frontera de conocimientos para que puedan ser aprovechados por todos los colombianos.

Para aprender a emprender se requiere precisamente de un proceso sistematizado y organizado que facilite la convergencia de todos los conocimientos, experiencias previas, aptitudes, actitudes y valores.

Por otra parte, la educación emocional es esencial para el desarrollo integral de los jóvenes, su bienestar general y su éxito en entornos laborales. El manejo de las emociones es aún más importante para los emprendedores, pues deben enfrentar entornos retadores y fracasos (oportunidades de aprendizaje), sobre todo en la fase inicial de sus proyectos. Teniendo esto en cuenta, las universidades tienen la responsabilidad de incorporar la educación emocional en sus planes de estudio.

Llama mucho la atención el creciente interés de los jóvenes de diferentes programas académicos por aprender a emprender. Estudiantes de jurisprudencia, ciencia política, ingeniería, administración y otros campos ven en el emprendimiento una oportunidad de desarrollo personal y profesional.

El emprendimiento es para todos, no requiere antecedentes empresariales ni condiciones socioeconómicas particulares y todos, incluso quienes no quieren ser emprendedores, pueden beneficiarse de adquirir unas competencias que les serán útiles en su vida profesional. No obstante, no podemos olvidar que para quienes son emprendedores de verdad, el emprendimiento es el único camino.

*Rector Universidad del Rosario

@alejandrocheyne,