A diferencia de la política donde el poder se hereda entre generaciones, sin necesariamente medir las capacidades, en la música anglo es todo lo contrario. Tener un padre reconocido y famoso es casi una maldición, si el deseo es seguir con el mismo oficio.

Son muy pocos los hijos que han logrado un reconocimiento superior al de su padre o madre.

Comencemos por la realeza máxima: Los Beatles. A mediados de los ochentas debutó Julián Lennon, hijo del primer matrimonio de John. Alcanzó un importante reconocimiento con su disco debut.

El timbre de voz y su apariencia física era muy similar a la del asesinado ex Beatle. Pero a pesar de su talento se apagó por completo en su segundo disco.

Sean, su hijo con Yoko Ono, ha tenido proyectos interesantes, pero poco exitosos.

El hijo de McCartney también lo intentó y no lo logró. Y Dhani el hijo de Harrison, con quien alguna vez conversé, siempre tuvo claro que era una labor muy complicada superar a su padre. Le fue mejor a Zack Starkey el hijo de Ringo, que ha tocado la batería con Oasis y más recientemente con The Who.

Lisa Marie Presley, la hija de Elvis, también lo intentó. Hizo todo lo posible, hasta se casó con Michael Jackson, en una de las más extrañas relaciones que la farándula haya conocido. A pesar del apoyo de su disquera tampoco pasó nada.

Paris, la hija de Michael Jackson, recientemente lanzó su disco debut, con muy poca prensa y sin lograr mayor eco.

Jakob, hijo del Nobel Bob Dylan, junto a su banda The Wallflowers logró un gran disco en la década de los noventas. Siguió grabando y tocando pero nunca al nivel de ese trabajo exitoso.

Ni hablar de los hijos de Bob Marley, comenzaron con Ziggy y perdimos la cuenta. Algunos con más reconocimiento que otros pero muy lejos del éxito de su padre.

Las hijas de Brian Wilson, de los Beach Boys, tuvieron un grupo muy exitoso en la década de los noventas llamado Wilson Philips, pero la historia como en casi todos los casos no pasó de un solo disco.

Nancy, la hija de Frank Sinatra, tuvo una carrera interesante, siempre respalda por su Padre. Salvo un par de canciones incluyendo la recordada: These boots are made for walking, terminó alejada de los escenarios luego de un tiempo.

La pregunta es, ¿quiénes lo lograron?

Todas curiosamente fueron mujeres. Comenzando por Whitney Houston. Su madre Cissy fue una conocida cantante de gospel. Pero Whitney fue mucho más grande y exitosa.

Natalie Cole, la hija de Nat King Cole, tuvo una gran carrera, no tan grande como la de su Padre, pero ganó múltiples premios Grammys y vendió millones de discos.

Más recientemente Norah Jones, que ha vendido cerca de 27 millones de discos y ganó cinco Grammys con su disco debut, seguido de una interesante carrera musical. Su Padre fue el gran Ravi Shankar, uno de los más reconocido músicos de la India y muy cercano a Los Beatles.

Y cerramos la lista con Miley Cyrus. Su Padre Billy Ray Cyrus, es un conocido cantante de Country y actor que logró un gran hit en los 90’s llamado: Achy breaky heart. Aparecía como su Padre en la exitosa serie Hannah Montana.

Es muy complicado ser un delfín musical en el mundo del pop y el rock anglo. Un mercado exigente, donde la crítica y los periodistas musicales son más estrictos.

Este fenómeno no aplica para los artistas de habla hispana donde las dinastías sí funcionan mejor.

Es el caso de los Iglesias, los Fernández, las Flores, y en Colombia los Díaz. Eso sí todos muy talentosos, más que los hijos de algunos políticos.