“Las respuestas no son razones. Ni creas que porque hablas bien y siempre tienes algo que decir te acompaña la verdad”. Le respondió la perra al sapo. En medio de la polémica apareció una gata desesperada porque empezaba su celo: “Estoy buscando un gato desesperadamente para controlar esta ansiedad y ustedes discutiendo. Dejen de gritar y ayúdenme a resolver mi problema biológico”. Reclamó la felina.

“Tendrás que ir al veterinario o encontrar otras formas de calmarte después de escucharme, porque tengo tres cositas que decirles a ambas: negar la realidad no cambia la situación y reconocerla solo es el inicio de un problema mayor; hay que buscar soluciones. En segundo lugar, no crean todo lo que dicen los perros y los gatos, aunque ladren mucho, se vean atléticos, seductores y fuertes, porque generalmente los ladridos y maullidos son evidencias de su egoísmo; el ruido no es eficiente, sin reflexión.

Y, por último, a veces lo repugnante está más cerca de la sabiduría. Mírenme bien. Llevo el peso de la estigmatización por siglos, me han presentado como entrometido, torpe, indeseable y hasta me convirtieron en el castigo preferido de las brujas para los príncipes que sufren sus hechizos. Pero pertenezco a la familia más grande de los anfibios, controlo la propagación de enfermedades y mi aporte a la vida es invaluable: No juzguen por las apariencias. Cuando las dejaron solas aquí, siempre estuve y estaré para ustedes, aunque solo pueda hablar, escuchar y a la canina no le encanten mis argumentos”.

Preferir es mucho más que un acto de elección. Implica consideración, valor, gusto, estimación y potencialmente lealtad acompañada de fidelidad. Comprender la importancia de lo que preferimos es esencial para entender lo que vivimos. Cada vez que tengas que escoger, elegir, seleccionar, votar o decidir, no te dejes envolver por la falsa elocuencia. Escapa de la presión propia del afán y supera la estigmatización para que te equivoques menos. Indaga, contrasta, verifica y confía a partir de tus convicciones: Esa es la vida plena.

‘Vidaferir’ es designar, distinguir, señalar y optar por la existencia feliz rodeada del gusto, la satisfacción y la libertad más allá de las condiciones o circunstancias motivando el placer y el deber de nuestro tránsito por el mundo, para alcanzar la plenitud de los principios inspiradores del bienestar. Es el acto formal de la fe. La graduación de tu alegría. La boda esencial de los sueños con la realidad. El criterio de selección de tus mayores méritos.

En la fiesta, despedida, duelo, salud o enfermedad, ama, agradece y comparte: elige siempre ‘Vidaferir’.

@JulioCesarHT