Lo prometieron y lo cumplieron, como los mismos líderes empresariales lo dijeron con satisfacción cuando presentaron formalmente los resultados a las comunidades wayúu beneficiarias del proyecto “Misión La Guajira”, luego de dos años de haberse iniciado a finales del 2023.
Se trata de una iniciativa social, liderada por unas importantes empresas del sector privado, al que tanto han atacado en este gobierno. Más allá de esa situación, y actuando con una enorme sensibilidad y con responsabilidad social, ante las apremiantes necesidades de las comunidades indígenas de los municipios de Manaure y Uribia, en La Guajira, el grupo Aval y Promigas, con el apoyo del Grupo Prisa y la W radio, decidieron emprender el proyecto para llevar soluciones de agua potable, energía solar, conectividad, a través de internet, creando condiciones favorables para el mejoramiento de su calidad de vida y el emprendimiento de proyectos productivos.
Con mucha disciplina, cuidado, paciencia y liderazgo efectivo, el proyecto “Misión La Guajira” logró, según datos suministrados por sus líderes, que más de 25.000 personas, de 81 comunidades indígenas, tengan acceso a agua potable -que contribuirá a reducir las enfermedades de los niños-, con 28 plantas potabilizadoras instaladas en diferentes comunidades, energía solar y servicio de internet. Se construyeron 81 sistemas solares comunitarios, con paneles solares y baterías que proveen iluminación que les permite a los niños estudiar y a las mujeres tejer sus artesanías en horas nocturnas.
Adicionalmente se habilitaron puntos de recarga y de refrigeración que les permitirá conservar sus alimentos. Ya han comenzado algunos emprendimientos productivos como la venta de hielo o los populares bolis de sabores o jugos de frutas.
Hay que resaltar que la conectividad, no solo se limita al acceso a internet, sino también al acceso a contenidos educativos a través de la plataforma virtual de la empresa Claro, también vinculada a esta iniciativa social.
Se podría concluir que esta exitosa iniciativa del sector privado, que tuvo algún apoyo de la gobernación, es una fehaciente demostración de que es posible sacar adelante proyectos sociales y de infraestructura en las comunidades indígenas, creando confianza a través del diálogo y con acuerdos colectivos.
El sector privado, además de generar empleo e ingreso fiscal, también contribuye a mejorar las condiciones de vida de los colombianos. Por eso hay que protegerlo en vez de atacarlo.
@AELopezP








