Nos referimos en el título al gobierno nacional en donde hemos presenciado la confirmación en estos días de una de los errores más aberrantes que haya podido cometer en estos últimos tres años cuando precisamente por su misma culpa el país se inundó de una catastrófica ola de inseguridad, en todos sus niveles, desde el reforzamiento de los paramilitares, los grupos guerrilleros explotadores del narcotráfico, la delincuencia urbana y rural desde el hurto de ganado hasta los crímenes colectivos, como en los casos lamentables del Cauca y Jamundí donde lo único válido es la Ley del revólver.

Pero todo este resumen que nos fastidia por lo macabro lo ha provocado el gobierno que ya demostró la supremacía del delito, su favorabilidad hacia esa conducta, contra lo que es su obligación, la aplicación de la justicia para la protección y estabilidad de los colombianos. Lo estamos presenciando. Favorecimiento a los delincuentes y condenados por la Ley, demostrado hace pocos días con sacar de la cárcel a detenidos culpables para que acompañaran al Presidente al discurso en Medellín tribuna abierta. ¡Qué vergüenza!

Y en estos días descubrimos que 350.000.000 millones se tenían reservados, bloqueados, partida presupuestal destinada a la seguridad nacional, cuando se incendiaba de inseguridad el país entero. Ese dinero guardado se le recortó a las Fuerzas Militares, de ahí su bajo “performance” sin ser tan eficaces como lo son y la falta de recursos para aviones, fragatas y armamento.

Ya sabemos la explicación ahora que dizque se van a liberar estos recursos: la cabeza del gobierno nacional, el jefe, sigue teniendo y priorizando su mentalidad de guerrillero, su vocación de apego al delito, a ignorar el estatuto legislativo de la Nación, a resistir cada día más a la aplicación de la justicia. Olvidando que es él la cabeza ejecutoria de ella y debe obligatoriamente, respaldar a las altas Cortes, a la Procuraduría, la Fiscalía, la Contraloría. Y por supuesto, materia posiblemente de otra columna nuestra más adelante, a trabajar hermanadamente con el Congreso de la República buscando siempre la armonía que genera tranquilidad, justicia, orden, estabilidad política.

Entonces no busquemos en otros rincones por qué el país se encuentra como se encuentra. Es un ambiente de miedo, terror, inseguridad, porque los más esenciales derechos humanos ni se voltean a mirar porque los guerrilleros sacados de la cárcel para acompañar un discurso tienen el privilegio de tener la máxima protección. Ojalá ahora que le regresen esos miles de millones de pesos a las Fuerzas Armadas, este Ministro de Defensa que sí ha dado muestras de actuar en Derecho, restablezca todo el armamento, aviones y demás necesidades archivadas hace tres años.