Es usual que se arme una tormenta política en torno a los pronunciamientos del gobierno sobre la intención de convocar a una “asamblea nacional constituyente”; el tema se vuelve tendencia y todos los colombianos se convierten en críticos expertos de la procedencia o conveniencia de una reforma a nuestra constitución política. La realidad es que la constitución política de Colombia es desconocida por la mayoría ciudadanos, del común, de los funcionarios, inclusive de los miembros de la fuerza pública. La ignorancia y el desconocimiento de la carta magna es el común denominador para la mayoría de los ciudadanos colombianos, incluyendo algunos líderes políticos que también la desconocen.
No es mi intención entrar a discutir sobre el tema de si es viable o no la realización de una reforma a la constitución por una asamblea nacional constituyente, o por cualquier otro mecanismo de los establecidos para tal fin. Mi deseo y mi propósito es generar interés por el estudio y conocimiento de la constitución política; razón por la cual quiero compartir con mis amigos lectores la siguiente explicación:
Como la mayoría de los libros, la Constitución Política de Colombia tiene: Una introducción o preámbulo, títulos y capítulos.
Los títulos encabezan los temas generales y están separados por capítulos, que hacen las veces de subtítulos.
Cada capítulo explica en detalle un tema y está compuesto por artículos. Estos artículos se ordenan numéricamente para que se distingan entre sí y puedan encontrarse con facilidad.
Nuestra constitución tiene 13 títulos agrupados en 51 capítulos y discriminados en 380 artículos.
Al abrir el libro de la Constitución, aparece en primer lugar la palabra preámbulo.
En el preámbulo de la Constitución Política de Colombia, la “Asamblea Nacional Constituyente”, es decir el grupo de constituyentes o redactores, en nombre del pueblo, invocan a Dios y explican que han redactado estas normas con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a los colombianos su deseo de convivir en paz y de adquirir conocimientos y trabajar en igualdad de condiciones en un marco de justicia, libertad y paz.
Es el momento para poner de nuestra parte como ciudadanos, independientemente del partido político con el que nos identifiquemos o nuestra convicción religiosa o la identidad de género que nos haga sentir un libre desarrollo de la personalidad. El estudio y conocimiento de nuestra constitución política es extremadamente necesario para la convivencia y para el logro de la armonía como ciudadanos, como Estado, como colombianos.
@lavozdelderecho