Cuando las noticias malas y los sucesos inesperados nos llegan, hay necesidad de superar, lo que nos pasó, está pasando o sucede en la actualidad. Aquello que impacte nuestras vidas en forma tan dolorosa, que puede dejar una profunda cicatriz en nuestras vidas. Eventos o situaciones, como el secuestro o la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad grave, un ataque terrorista y otras situaciones catastróficas, comunes en Colombia, como en Gaza o en Ucrania, afectan permanentemente poblaciones completas.
Colombia es uno de los países más violentos del mundo, con un sinnúmero de situaciones difíciles de superar. Al lado de un universo también lleno de conflictos y episodios que se suceden diariamente con grandes poblaciones afectadas que buscan en forma diferente y de acuerdo a sus posibilidades, superar un gran número de dificultades.
La resiliencia, esa forma de salir adelante por encima de los numerosos casos de serias dificultades y sufrimientos, es la forma como se reacciona a eventos traumáticos como la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, una enfermedad difícil, un ataque terrorista y otras situaciones catastróficas.
Generalmente, las personas logran adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian dramáticamente su vida y que aumentan su estado de tensión. ¿Qué les permite adaptarse? Es importante haber desarrollado resiliencia, la capacidad para adaptarse y superar la adversidad. Ésta se aprende en un proceso que requiere tiempo y esfuerzo.
Para que la resiliencia nos lleve a los mejores resultados, es necesario cumplir algunas recomendaciones, la mayoría ejemplos de personas, grupos y hasta naciones que con el tiempo se recuperan y sobrepasan las adversidades. Todos, en algún momento, tenemos que ser resilientes, lo que hace a la resiliencia un mecanismo universal para salir adelante.
La primera etapa de la resiliencia, nos lleva a entender, reflexionar y aceptar. La siguiente, es lograr sobrepasar las condiciones y superar las barreras que se nos crean en situaciones difíciles. Debemos entender que existe siempre solución a los problemas, de salud, económicos, ambientales, familiares, etc., lo cual nos compromete a tomar nuevas decisiones, incluyendo la forma de ver y sentir la vida que nos llevan frecuentemente a un cambio de actividades, relaciones y amistades.
Salvatore R. Maddi, Ph.D., y colaboradores del The Hardiness Institute, Inc., Universidad de California Irvine, Newport Beach, CA., recomienda pensar en la “resiliencia como, algo parecido a tomar un viaje río abajo en una balsa. En un río, se pueden encontrar rápidos, virajes, aguas lentas y rápidas, profundas y llanas, con múltiples obstáculos. Como en la vida, los cambios que se experimentan en el camino le afectan de forma diferente. Puede bajarse de la balsa y descansar en la orilla del río. Sin embargo, para terminar su viaje debe remontar la balsa y continuar”.
Durante más de diez años, hemos acompañado a un grupo de madres en la Fundación Casa hogar Andrea, que luchan contra enfermedades malignas, la cual sufren sus hijos, encontrando los más altos niveles de resiliencia. Uno de los puntos más importantes para ellas es el sentirse acompañadas y nunca estigmatizadas. Colombia necesita mucha resiliencia para salir de los momentos difíciles.