A nadie sorprendió el fallo de la justicia guatemalteca contra Iván Velásquez y Luz Adriana Camargo, orden de captura y solicitud de expedición de Circular Roja de Interpol. Como a nadie sorprendió tampoco la extendida versión que a Petro hubo que hospitalizarlo de urgencia a causa de intoxicación por sobredosis de alucinógenos, una “tracopea” que lo inhabilitó durante dos días. Pero tranquilo, Petro, aquí no hay oposición, así que nada pasará, no importa que los señalados sean el embajador ante ¡el Vaticano! y la Fiscal General, que haya un tratado de extradición, ni que Interpol expidiera una policromía de circulares. Tampoco importa que Petro se ausentara indefinidamente, incumpliera a quien sea, y dejara mal al país, continuará la tradición de que aquí no pasa nada, no importan las evidencias ni las pruebas, eso por aquí “nunca pegó”, menos durante este gobierno plagado de acusaciones delincuenciales, quien que esté limpio debe ser destituido, pues no encaja.
Nos ocurre tal vergüenza mundial porque aquí no hay oposición. Los auto denominados oposicionistas no están en lo que debieran, cada uno por su lado se mueven en sus propios mundos de egos, celos, aspiraciones e intereses, que no de otra forma se puede interpretar el oído sordo que hicieron a la carta del ex presidente César Gaviria, dilapidando una gran oportunidad de hacer efectiva una verdadera oposición.
Pero no. Cada uno está en lo suyo disfrazando, claro, sus verdaderos móviles, ahora dicen que no creen en partidos, está de moda, y recogen firmas dizque para enfrentarse a los “politiqueros”, pero son ellos mismos con las mismas esperando buena acogida en las encuestas para que los llamen, no aprendieron la lección de las pasadas elecciones y, vuelve y juega, los mismos errores que arrojarán iguales resultados. Todos dicen que a la hora de la verdad buscarán la fórmula para unirse, mientras Petro se ríe.
Ingenuos, creen que Petro convocará elecciones, y que se someterá a una derrota corriendo el riesgo que lo encanen, que la misma persona que él escoja como sucesor encabezará las maromas para encanarlo, lo traicionará, ahí mismo está el ejemplo de Juan Manuel Santos, con su traición causante de todos los males que nos aquejan. Como no hay una real oposición, no pasará nada.
Coletilla: Ovación para el senador Carlos Méisel, autor de la exitosa demanda contra el absurdo propósito petrista de imponernos una valorización por obras inconclusas y mal hechas. Méisel se luce como nuestro defensor y como aguerrido oposicionista.
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