El Festival de Cannes 2025 rinde homenaje a uno de los clásicos más inmortales del cine, Un hombre y una mujer, dirigido por Claude Lelouch en 1966. En un gesto simbólico cargado de emoción, el certamen ha presentado, por primera vez en su historia, un cartel oficial doble, protagonizado por los inolvidables rostros de Anouk Aimée y Jean-Louis Trintignant.

Más que un simple homenaje, esta elección resulta un acto de resistencia artística que resalta el amor y la unión ante un mundo contemporáneo marcado por la división y el aislamiento. Como señala el comunicado oficial, la palabra francesa étreinte (abrazo) es un anagrama de éternité (eternidad), una bella metáfora para expresar que el abrazo capturado en la película de Lelouch permanece suspendido en el tiempo, como un símbolo eterno de esperanza y conexión humana.

Estrenada en 1966, Un hombre y una mujer narra la historia de dos almas heridas que, tras encontrarse casualmente, vuelven a confiar en el amor. La sencillez, la ternura y la poesía visual de Lelouch conquistaron tanto la crítica como el público, y la película ganó la Palma de Oro en Cannes y posteriormente dos Premios Oscar como Mejor Película Extranjera y Mejor Guion Original.

La química entre Aimée y Trintignant, dirigida con sensibilidad magistral, logró capturar la esencia del amor naciente con una autenticidad pocas veces igualada en la historia del cine. Ambos actores, además, dejaron una huella imborrable en el Festival: Anouk Aimée fue reconocida como Mejor Actriz por Salto al vacío en 1980, mientras que Jean-Louis Trintignant obtuvo el premio a Mejor Actor por su actuación en Z de Costa-Gavras en 1969.

Aunque ambos artistas ya han partido, su legado sigue iluminando la pantalla y los corazones de los cinéfilos. El cartel de Cannes 2025, diseñado por Hartland Villa, plasma este homenaje visual con tonalidades cálidas que evocan la intensidad de un amor que desafía el paso del tiempo y la desesperanza.

Con esta decisión, el Festival reafirma su papel como un eje cultural que no solo celebra el arte cinematográfico, sino que también lanza un mensaje potente en tiempos de incertidumbre y fragmentación. El cine puede y debe seguir siendo un arte que une, que abraza y que ofrece un refugio luminoso frente a la oscuridad.

Un hombre y una mujer, más de medio siglo después de su estreno, sigue recordándonos que, en la pantalla como en la vida, el verdadero milagro es encontrarse y volver a creer.

@GiselaSavdie