Con solo hacer un paneo por la emblemática plaza Alfonso López, en pleno centro de Valledupar, se observan por estos días banderas que son ondeadas por personas procedentes de México y Estados Unidos, lo cual habla de la grandeza del Festival de la Leyenda Vallenata, una fiesta que con el pasar de los años crece y se expande por el mundo, activando el turismo.
Estas personas no solo vienen a conocer de cerca las raíces de este folclor, sino que también arman plan para apoyar a sus representantes, que participan en distintas categorías, especialmente en la de Acordeonero Profesional, lo que da cuenta de lo grande que es este festival, que junto al Carnaval de Barranquilla se convierten en las fiestas más representativas del Caribe colombiano.
Uno de ellos es Jaime Daza, procedente de la ciudad de Illinois (Chicago, EE. UU.), quien acompaña a su hijo Richard Daza, concursante en la categoría Acordeonero Profesional. Él convocó a otras 10 personas para acercarlos a la música de su tierra, esa que a pesar de haber migrado hace tres décadas lo mantiene conectado con su esencia. “Mi hijo desde los 12 años aprendió a tocar el acordeón y ha sido ese el instrumento que nos ha mantenido conectados con Colombia, porque si hay una música que sea nuestra bandera por el mundo es la vallenata. Incluso esta música es la que hemos usado para integrar a los estadounidenses con lo nuestro para que conozcan que en Colombia hay muchos aspectos positivos”.
Un equipo periodístico de EL HERALDO que ha sido enviado a la capital cesarense también ha podido comprobar cómo el amor por el vallenato también se extiende por todos los rincones de Colombia, debido a que personas que han fijado sus oídos en este género musical deliran al escuchar de cerca las notas del acordeón.
Y es que vienen procedentes de departamentos como Chocó, Casanare, Boyacá, Cundinamarca y más. Todos vienen en búsqueda de una aventura musical que los regrese a casa recargados de energías y con mayor conocimiento de esta música que se “regó como pólvora” por el mundo gracias al titánico trabajo que hicieron los juglares, esos que componían, cantaban, ejecutaban el acordeón y además emprendían viajes de pueblo en pueblo para dar a conocer sus cantos.
En esta edición 58 en honor a Omar Geles, en el registro de inscritos se tiene la procedencia de cinco países: Estados Unidos, México, Chile, Aruba y Venezuela. A su vez de 21 departamentos de Colombia. Mientras que el año pasado concursaron solo tres países y 17 departamentos. En esta ocasión son mas de 10 mil concursantes, incluidos los bailarines del desfile de piloneras, una cifra que es redonda y llamativa, toda vez que solo en número de participantes el evento está fortalecido.
“Para la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata es de suma importancia desarrollar esta edición 58 en homenaje al rey vallenato Omar Geles, y más teniendo esas cifras de inscritos de distintos países y departamentos. Año tras año, le ponemos el mayor empeño y dedicación en aras de enaltecer el folclor y a todos los que han hecho historia a lo largo del tiempo”, expresó Rodolfo Molina Araújo, presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata.
La fiesta más grande de acordeones también es un verdadero dinamizador de la economía en la capital cesarense. La ocupación hotelera está al 100 %, y se estima que 12.269 pasajeros se movilicen por el aeropuerto Alfonso López en esta temporada festiva.
Son 270 mil personas las que se proyectan han arribado a la capital cesarense para disfrutar de 105 eventos.
En 2025, el festival proyecta un impacto económico total de $64.499 millones, lo que representa un crecimiento del 28 % frente a los $50.251 millones de 2024.
Mientras todo esto ocurre en Valledupar, donde los ingresos se cuentan por miles de millones durante estos días festivaleros, en la capital del Atlántico es poco el apoyo que ha recibido Barranquijazz Festival, por lo que sus organizadores, en cabeza de Samuel Minsky, le contaron a esta casa editorial que se debió cancelar la edición del año en curso debido a que es poco el apoyo institucional que han recibido. Volvemos a reiterar que la cultura debe ser vista como una política de desarrollo, y que si es bien administrada seguramente entrega resultados únicos como los que estamos evidenciando en Valledupar, donde en la noche de este sábado en el Parque de la Leyenda ‘Consuelo Araujonoguera’ conoceremos al nuevo rey vallenato, ese digitador que reemplazará a Jaime Luis Campillo y que se convertirá en embajador de esta cultura que es recibida con los brazos abiertos por el mundo entero.