En Colombia y América Latina la rotación laboral es alta comparada con la de otros países. Esta característica del mercado laboral de la región puede analizarse desde diferentes ópticas. Por un lado, la continua rotación laboral puede desincentivar a los empleadores a invertir en la formación de sus empleados, reduciendo las posibilidades de mejorar sus habilidades y por lo tanto su productividad.

Por otro lado, el cambio de empleo puede ser una oportunidad para que los trabajadores encuentren opciones laborales que se ajusten más a sus habilidades y expectativas. Es decir, la movilidad laboral puede conducir a que haya una mejor confluencia entre las necesidades de las empresas y las competencias de los trabajadores mejorando su productividad.

También hay que tener en cuenta que la edad es un factor importante en las decisiones de empleo de la fuerza laboral. Los trabajadores de mayor edad generalmente prefieren tener empleos más estables que les permitan permanecer más tiempo vinculados a una empresa, mientras que los más jóvenes tienen mayor flexibilidad para moverse a empleos que les brinden mayores oportunidades de aprendizaje y reconocimiento.

Por tanto, la rotación laboral en sí misma no es necesariamente una característica indeseable de los mercados laborales. Para unos trabajadores, la estabilidad puede significar mayor satisfacción y nivel de compromiso con el empleo. Para otros la movilidad laboral puede ser el camino hacia mejores oportunidades. Lo que es deseable si se quiere generar sentido de pertenencia y disminuir la rotación laboral es que los trabajadores se sientan valorados, con autonomía, oportunidades de capacitación y asenso.

*Profesora del IEEC, Uninorte. Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen la posición de la Universidad ni de El Heraldo.