Son innegables los esfuerzos que viene realizando el Atlántico para defender los derechos de las mujeres y lograr su autonomía económica. En 2012 se creó la Secretaría de las Mujeres y la Equidad de Género, desde la cual se lideran importantes programas con el objetivo de concientizar, empoderar e independizar a las mujeres.
Adicionalmente, los 23 municipios que conforman el departamento adoptaron la Política Pública de la Mujer y Género y recientemente se adoptó la Política Pública Departamental de Empoderamiento de la Mujer. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer, especialmente en materia de violencia intrafamiliar, oportunidades laborales y de formación. En esta ocasión discutiré las oportunidades laborales.
A pesar del espacio logrado por las mujeres, los indicadores en materia laboral son más precarios para las mujeres que para los hombres. La cifras son dicientes: alrededor de 50% de la fuerza laboral del Atlántico está conformada por mujeres. No obstante, su tasa global de participación es inferior a la de los hombres, lo cual refleja que una importante proporción de mujeres se encuentra por fuera de esa fuerza laboral.
La tasa de ocupación de las mujeres del departamento se encuentra por debajo de la de los hombres. Adicionalmente, los empleos ocupados por las mujeres se encuentran principalmente en el sector informal de la economía. La encuesta del Observatorio de Condiciones Socioeconómicas del Atlántico de la Universidad del Norte realizada en el año 2015 muestra que del total de mujeres de bajos ingresos del área metropolitana de Barranquilla que se encuentran empleadas, 51,8% no cuenta con contrato laboral, mientras que 44,7% no se encuentra afiliada al sistema de pensiones. Es decir, se encuentran empleadas principalmente en el sector informal y no están asegurándose para la vejez.
Dado que la actual administración se encuentra en la construcción del plan departamental de desarrollo, este debería incluir la coordinación de la secretaría de desarrollo económico con cada una de las secretarías de la gobernación, debido a la necesidad de trabajar el tema laboral de manera transversal.
Teniendo en cuenta que las mujeres son el grupo poblacional más afectado por el fenómeno de la informalidad laboral, una alianza especialmente importante debería ser con la secretaría de las mujeres y equidad de género para que de manera conjunta trabajen en el diseño e implementación de políticas que conduzcan a la inclusión de las mujeres atlanticenses al mercado laboral formal.
*Profesora del IEEC, Uninorte. Las opiniones expresadas aquí son responsabilidad exclusiva de los autores y no comprometen la posición de la Universidad ni de EL HERALDO.








