El precandidato presidencial Roy Barreras expresó este lunes un enérgico rechazo frente a lo que calificó como una “peligrosa infiltración mafiosa” en sectores del Estado por parte de las disidencias de alias Calarcá.
Barreras comparó la situación actual con los episodios más críticos de penetración del narcotráfico en la vida política del país: “La infiltración mafiosa en la sociedad, en las instituciones y en el Estado hoy es mucho más grave que la de la década de los noventa”.
De acuerdo con el político, a “Luis Carlos Galán le costó la vida enfrentarse a lo que eran entonces unas familias mafiosas. Hoy no son unas familias mafiosas, son organizaciones criminales que operan ejércitos mafiosos que pretenden controlar el territorio e influenciar la política”.
El candidato denunció que grupos armados ilegales ejercen coerción sobre poblaciones enteras con el fin de alterar la voluntad electoral. Como ejemplo, afirmó haber regresado recientemente del departamento de Nariño, donde —según dijo— 15 municipios de la cordillera están siendo intimidados por la organización criminal Franco Benavides, brazo armado de alias Iván Mordisco.
Aseguró que esta estructura habría restringido la libre participación política de diversos actores locales para intervenir en el resultado electoral del próximo año.
Ante la gravedad de estas denuncias, Barreras pidió la creación de una “comisión de alto nivel” dirigida por la Fiscalía General, apoyada por inteligencia nacional, con el fin de determinar la magnitud de la infiltración mafiosa y establecer quiénes podrían beneficiarse de ella.
Barreras también reiteró que, de llegar a la Presidencia, su gobierno no tolerará ningún tipo de connivencia con organizaciones criminales.
“Todo político, todo criminal y toda organización ilegal debe saber que se equivocan grandemente. Mi gobierno no tolerará ninguna infiltración mafiosa. Lo que recibirán, en mi propuesta de Seguridad Total, es la persecución legal y legítima, con toda la fuerza del Estado”, aseguró.
El candidato concluyó con un mensaje contundente: “Todo el que reciba dineros del narcotráfico es cómplice de sus crímenes y como tal debe ser tratado”.





















