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Héctor Olimpo se mantiene firme en una de sus principales banderas: la autonomía territorial. El exgobernador de Sucre, quien es uno de los precandidatos presidenciales por el movimiento La Fuerza de las Regiones, considera que es necesario que Colombia dé un vuelco en su política centralista y empodere a las regiones más olvidadas en el 2026, una iniciativa que –según él– ayudará a que el país reduzca los índices de desigualdad.

¿Cómo ha sentido el recibimiento del país de su aspiración presidencial?

Pues yo me siento bien recibido en todas partes es como persona, pero también siento que nuestro mensaje está siendo bien recibido en Colombia. Al final hay un anhelo de todas las regiones de Colombia y es un anhelo de libertad, de liberación. ¿Sí? de liberación del yugo y de la dictadura del Gobierno Central colombiano que todo lo domina, que todo lo absorbe, que trata a las regiones como si fueran un menor de edad que tiene que pedirle permiso para todo, para construir un acueducto, un alcantarillado, para hacer un puerto, para hacer un colegio, para hacer un hospital, para trasladar un maestro, para hacer unos Juegos Panamericanos, para todo hay que pedirle permiso al Gobierno central aquí.

Y nosotros estamos convencidos de que llegó la hora de que las regiones reclamen su mayoría de edad porque hay un gobierno central que mantiene una dictadura que asfixia a las regiones, que todo lo domina y no las deja expresar su vocación, su riqueza, su proyección. Imagínese usted si Barranquilla no tuviera que pedirle permiso a tode el Gobierno central de Colombia. Pudiera relacionarse con el mundo, traer inversión, traer eventos nacionales, internacionales. Si Barranquilla no tuviera que pedirle permiso al Gobierno Central de Colombia, aquí hubiese llegado la Fórmula 1, aquí hubiesen llegado los Juegos Panamericanos y el avance que ha tenido Barranquilla fuese mucho mayor.

El presidente Gustavo Petro es costeño, pero parece que la región Caribe no ha sido una prioridad para él…

Yo al final creo que la gente no es de donde nace, sino de donde se hace. El presidente dicen que nació en Zipaquirá, que nació en Ciénaga. Supongo que es verdad que nació en Ciénaga. Pero se fue muy niño para el interior. Él no habla como costeño. Él utilizó una costeñidad funcional que le servía para la campaña para recoger unos votos en el Caribe. Pero eso no lo ha retribuido en los anhelos del Caribe por una sola razón, porque él no se hizo aquí. Él se hizo en Zipaquirá, en el interior. Allá hizo su vida, su carrera, estudió. El gran problema de eso es que anhelamos, después de Rafael Núñez, tener un presidente costeño y el que llegó con letrero costeño no es costeño.

En ese sentido, ¿cuáles son sus iniciativas para promover la autonomía territorial de la costa de cara a las próximas elecciones?.

Mire, lo más importante es que la gente entienda el valor de la autonomía. La autonomía, ¿por qué? ¿Para qué? No es autonomía por autonomía. Es que esto se relaciona directamente con la calidad de vida de la gente, con la pobreza, con la riqueza, con la oportunidad, con los servicios públicos, con la salud, con la educación, con el ser. Si el canal de Panamá, el turismo de Panamá, los yacimientos y los puertos de Panamá los manejara el Gobierno Central de Colombia, Panamá estuviera igual de jodido que estamos nosotros en el Caribe. Estuviera como Córdoba, como Sucre, como Bolívar o como el Chocó. Imagínese usted que nosotros pudiéramos dominar nuestros puertos, nuestros yacimientos de gas y de petróleo, de níquel y de oro, que nosotros pudiéramos tomar decisiones sobre nuestro turismo, planificarlo y promocionarlo ante el mundo, que Barranquilla, que es la ciudad más importante del Caribe, pudiese relacionarse estrechamente con el mundo sin pedirle permiso en todo el centro de Colombia. Esto fue otro cuento, fue otro cuento. Esto sería otro cuento. Pero no, tenemos una esclavitud, un sometimiento.

¿Cuál es la principal fortaleza de Fuerza de las Regiones?

Mire, quien llegue a ocupar la presidencia no puede llegar a aprender. ¿Sí? Hay muchos candidatos que hablan muy bien y tienen campañas de redes sociales muy chéveres, pero no tienen experiencias positivas probadas en gobierno.

¿Usted cree que este país está para llegar a ser liderado por un novato? No creo. Aquí requiere alguien que tenga buena experiencia de gobierno previa, como nosotros.