
Quedó evidenciado que la educación pública en este Departamento está en crisis si se tiene en cuenta que la Universidad de Córdoba – única institución superior de carácter oficial en la región – está en paro y peligra la continuidad del semestre académico.
Los estudiantes han fortalecido un movimiento contra la reforma a la ley 30 o Ley de Educación Superior, porque consideran que atenta contra los intereses de la educación pública en el país y le quita espacio a los pobres para que tengan acceso a una carrera profesional.
Estudiantes profesores y trabajadores que hacen parte de los sindicatos y asociaciones salieron a marchar este miércoles desde la sede principal de la institución hasta la zona céntrica, para afirmar su voz de protesta frente al proyecto que fue radicado en el Congreso.
Miguel Palomino, miembro de la Asociación de Profesores Universitarios (Aspu) de la Universidad de Córdoba, sostuvo que la reforma es retardataria y viola los intereses del pueblo en lo que tiene que ver con la obligatoriedad de la educación.
'Lo que están buscando es abrir las puertas para que entre el capital privado multinacional y al mismo tiempo para que la educación universitaria, de carácter privado, tenga mayores garantías que la pública', sostuvo el dirigente.
A su turno Manuel Viloria, representante de los estudiantes advirtió que las clases se reanudad cuando ellos levanten el paro.
Por otro lado el Presidente de la Asociación de Maestros de Córdoba (Ademacor), Domingo Ayala Espitia, advirtió que posiblemente las instituciones oficiales del Departamento no retomen las actividades después de la semana de receso institucional, por el incumplimiento del Gobierno seccional en algunos acuerdos con el gremio.
Se refirió el dirigente sindical a conceptos como el pago en el ascenso en el escalafón, la retroactividad y zonas de difícil acceso.
Los docentes afectados se concentraron ayer en la secretaría de educación seccional, donde surgió el compromiso de cumplir los compromisos para no afectar el reinicio de las actividades escolares.
Por Eduardo García







