A través de un sistema de préstamo comunitario, la comunidad Wayuu emprende sus saberes artesanos con un acceso sostenible de materiales primas esenciales para su producción. Se trata del proyecto ‘Banco de Hilos’, el cual es una iniciativa que está impulsando el desarrollo económico en estas comunidades de La Guajira.
Ejecutado por la organización ACDesarrollo, esta propuesta ha beneficiado a 330 familias de artesanos. En principio, surgió como respuesta a una problemática común: la escasez de recursos para la elaboración de mochilas, chinchorros y otras piezas tradicionales.
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“Anteriormente, los hilos entregados a las comunidades para elaborar sus artesanías se agotaban rápidamente. En pocos meses, muchas rancherías quedaban sin insumos y, por tanto, sin posibilidad de continuar su actividad económica. Hoy, con el Banco de Hilos, después de casi cuatro meses, las comunidades siguen produciendo y el insumo sigue circulando”, explica Pablo Hincapié, coordinador de desarrollo económico e innovación de ACDesarrollo.
El acceso
Por otro lado, Hincapié explicó que en esta metodología, el artesano solicita una cantidad específica de hilo, según el producto que desea elaborar, y se compromete a restituirlo. Una vez finaliza la pieza y logra venderla, devuelve exactamente el mismo volumen que recibió; de este modo, el insumo vuelve al banco y puede ser utilizado por otro miembro de la comunidad, asegurando su disponibilidad de manera continua.
El modelo se desarrolló en un ejercicio participativo con las comunidades, donde se identificaron los hilos y colores que estarían disponibles; para ello, cada grupo seleccionó la gama cromática que tradicionalmente utiliza en sus tejidos.
Además, la gestión del banco se le asignó a la figura reconocida por la comunidad, como la autoridad tradicional o una persona delegada, con el objetivo de fortalecer el control interno y fomentar el sentido de pertenencia y la autonomía.
“Actualmente, el Banco de Hilos funciona en al menos cinco rancherías Wayuu, beneficiando directa e indirectamente a decenas de familias tejedoras. Al asegurar la continuidad del trabajo artesanal, el Banco de Hilos permite que más familias mantengan ingresos constantes, preserven sus tradiciones y fortalezcan su patrimonio cultural”, concluye el directivo.
Aunque nació en La Guajira, indicaron que esta iniciativa comienza a expandirse hacia otros territorios donde ACDesarrollo hace presencia, como el departamento del Magdalena.
Y además de garantizar el acceso sostenible a materias primas con el Banco de Hilos, ACDesarrollo acompaña a los artesanos en procesos de comercialización, facilitando su participación en ferias y eventos, como el Festival Ecofest en Barranquilla, donde recientemente exhibieron y vendieron sus productos.
Un negocio fructífero
Cabe destacar que, para el 2023, las mochilas Wayuu generaron más de $35 millones en ingresos para artesanos colombianos, según un informe de la Universidad Cooperativa de Colombia.
Asimismo, informaron que, según cifras del Dane, el sector artesanal ha aumentado un 23% durante los últimos años, teniendo un crecimiento constante en la producción y exportación de artículos hechos a mano.
“En este sentido, el Banco de Hilos, se convierte en una herramienta para preservar la tradición, dinamizar la economía popular y construir oportunidades sostenibles para las comunidades Wayuu”, argumentaron en el comunicado.