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En el más reciente encuentro de Wings of Change Americas, realizado en Bogotá, se dieron cita líderes, reguladores y expertos del sector aeronáutico de todo el continente. Durante el evento, el vicepresidente regional para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), Peter Cerdá, destacó que, pese al enorme potencial que representa la aviación para los países de América, el sector enfrenta diversos desafíos que limitan su crecimiento y sostenibilidad.

Sostuvo que la inestabilidad política, la excesiva carga tributaria, las regulaciones desproporcionadas y las limitaciones en infraestructura son factores externos de riesgo que ponen en riesgo la aviación.

En el caso de la infraestructura aérea en Colombia, Cerdá puso de presente casos como El Dorado, en Bogotá, al igual que Cartagena, Cali, Medellín y Pereira, que han mostrado un crecimiento a un volumen muy rápido. “La demanda está, pero lo que no está es la capacidad de infraestructura para atender ese crecimiento. Y eso sí lo tenemos que ir mejorando”.

Advirtió que la infraestructura se convierte en una prioridad si se tienen en cuenta las proyecciones; este año se espera un crecimiento del 5,8 % en el tráfico aéreo de la región frente al año anterior. Y un crecimiento anual del 3,2 % hasta 2044, lo que representará 218 millones de pasajeros adicionales que comenzarán sus viajes en América Latina.

Sin embargo, el directivo reconoció que construir una terminal nueva o una pista no es un tema que se resuelve en meses. “Son años de planificación y años de construcción”, indicó.

“Si no incrementamos la capacidad del aeropuerto El Dorado y no mejoramos la infraestructura en Cartagena, como destino turístico, el crecimiento se va a detener. Y lo que va a pasar es que las aerolíneas van a elegir otros destinos donde operar. Hoy en día, con las comunicaciones que tenemos y con la competencia a nivel global, las líneas aéreas toman sus decisiones de manera muy, muy seria, mirando todos los aspectos antes de decidir operar en un destino”, expresó Cerdá.

También resaltó que hoy algunos aeropuertos europeos y de Norteamérica ya han llegado a su límite de capacidad y eso abre una ventana para américa latina. Sostuvo que hace cuatro años no había espacio para crear nueva capacidad; todo estaba establecido. Ahora hay tráfico disponible y Colombia tiene que aprovecharlo.

“Si volvemos dentro de tres años y seguimos en la misma situación que hoy en El Dorado, en Cartagena, en Medellín, en Pereira, vamos a lamentarlo. “Tenemos que mejorar, ampliar y modernizar la infraestructura”, enfatizó.

En esa misma línea, Paula Bernal, country manager en Colombia de Iata, destacó que El Dorado estuvo por encima de aeropuertos tan grandes como los de México o Brasil en cuanto al número de pasajeros movilizados, siendo un hub de conexiones muy importante.

Además, a esto se suma el alto volumen de pasajeros nacionales que mueve, ya que Colombia es un mercado con mucho movimiento doméstico y, cada vez más, con creciente tráfico internacional.

Para Bernal, contar con una infraestructura aeroportuaria adecuada en las regiones de Colombia permitiría un mejor funcionamiento de la aviación en términos generales. Fue enfática en afirmar que es fundamental que las condiciones de los aeropuertos crezcan al mismo ritmo en que aumenta el flujo de pasajeros que los usan.

“Consideramos que tener aeropuertos en condiciones óptimas de operación y con inversión constante es indispensable para garantizar una buena experiencia a los usuarios”.

“Y eso no depende de las aerolíneas, sino de las inversiones que realicen el Estado y los operadores privados de los diferentes aeropuertos, así como de la gestión que se haga de ellos”.

Finalmente, la country manager reconoció que, en términos generales, el país cuenta con una infraestructura aeroportuaria atractiva. “Todos los aeropuertos de Colombia están registrando incrementos importantes en el volumen de pasajeros, y por eso, la infraestructura debe responder a ese crecimiento”.

Aerocivil cumplirá recomendaciones de la Iata

Por su parte, el director general de Aeronáutica Civil, José Henry Pinto, en su intervención en el evento, se comprometió a acatar las recomendaciones del estudio de capacidad que le presentó la Iata hace dos años para que El Dorado pueda llegar a tener 100 operaciones por hora.

En cuanto a la infraestructura de los aeropuertos, señaló que Colombia cuenta con 57 aeropuertos habilitados para transporte regular, de los cuales 13 son internacionales.

Además, operan 38 aerolíneas de pasajeros y 18 de carga. “Hoy contamos con 247 rutas nacionales y 237 internacionales, conectando con 26 países en tres continentes: América, Europa y Asia. Incluso se ha explorado la posibilidad de una conexión directa entre Bogotá y Haití, lo cual sería una nueva oportunidad para el turismo colombiano”, anunció.

Destacó además el incremento del número de pasajeros entre junio de 2024 y mayo de 2025. En total se movilizaron cerca de 35 millones de personas por rutas nacionales, mientras que otros 25 millones lo hicieron a través de rutas internacionales, “lo cual refleja una recuperación progresiva de la demanda aérea”, aseguró.

Regulación

Otro tema tratado durante los dos días del evento que se llevó a cabo en Bogotá es la regulación y la legislación. En ese sentido, los voceros aseguraron que vienen trabajando desde ya en armonizar esas normas y en facilitar el trabajo conjunto, sobre todo para las rutas internacionales y para disminuir los costos logísticos del transporte aéreo.

Sostenibilidad ambiental

A inicios de abril de este año se selló una alianza entre Ecopetrol y la aerolínea Latam. Para operar vuelos comerciales con combustible tipo SAF (combustible sostenible de aviación), que reduce drásticamente las emisiones de CO² y es una alternativa al actual combustible de avión, altamente contaminante.

Al respecto, María Lara, gerente de Asuntos Corporativos de Latam, destacó los resultados del piloto. “Ese fue el primer ejercicio que hizo Ecopetrol dentro de su hoja de ruta de combustibles sostenibles. Logramos incorporarlo en 700 vuelos, que era la meta prevista, en las rutas Barranquilla–Medellín y San Andrés”.

Lo que arrojó este piloto fue que el combustible se comportó como se esperaba. Lara señaló que no hubo diferencias significativas frente al combustible tradicional. “Este primer ejercicio buscaba justamente eso: comprobar que el combustible, que cuenta con todas las certificaciones como Jet-A1, respondiera bien en operación. En Colombia, hay restricciones para la producción de SAF (y no todos tienen la certificación completa como tal, así que este fue un primer paso importante”, resaltó la ejecutiva.

Explicó que actualmente trabajan con Ecopetrol para extender esa cooperación a otras áreas: desarrollo regulatorio, intercambio de información sobre mercados, proyecciones de demanda y precios.

De acuerdo con Lara, Latam ya compra SAF en otros países, lo cual le permite conocer esos mercados y pensar en cómo desarrollar la industria local.

Asimismo, anunció que el compromiso de la compañía para el 2030 es incorporar un 5 % de SAF en sus operaciones, lo que representa cerca de 86 millones de galones para todo el grupo Latam.

“Parece un porcentaje pequeño, pero en una región donde casi no se produce, se vuelve un reto muy grande. A 2050, la idea es avanzar al máximo en esa incorporación globalmente”.

Por su parte, Erika Zarante, CEO de Latam Airlines Colombia, resaltó el crecimiento del número de pasajeros. De acuerdo a la proyección, esperan transportar entre junio y el 21 de julio 1.1 millones de pasajeros, con crecimientos puntuales en algunas rutas como Cartagena y Barranquilla que se han comportado muy bien.

También destacó que en el suroccidente colombiano también se han fortalecido en rutas como Pasto, Popayán y Neiva. “La estrategia para 2024 y 2025 es consolidar más rutas turísticas y corporativas, particularmente en Barranquilla, donde vemos muy buen potencial”, señaló.