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Comienzan a caer las primeras gotas de lluvia sobre los sectores más populares de Barranquilla. El cielo, en instantes, también se llena de piedras. Las calles que solo deberían ver correr agua, también son testigos de como huyen de un lado a otro dos bandos de jóvenes y niños, quienes se atacan sin discriminación alguna con cualquier roca que alcanzan a recoger en su paso.

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Es el caos, la locura y una ridícula violencia el testimonio doloroso de una realidad que cada vez preocupa a más ciudadanos y que se ha transformado en foco de problemas para la sana convivencia y hasta la seguridad de los diferentes barrios: los llamados ‘tirapiedras’, que no son más que grupos de muchachos, menores de edad, que se dan cita en bandos opuestos a lanzarse rocas los unos a los otros, con el único objetivo de golpearse y hacerle todo el daño posible al bando contrario.

Los vecinos de los sectores que se vuelven campos de batalla han grabado y compartido con EL HERALDO, en muchas oportunidades, estos enfrentamientos que ahora también son utilizados para dejar indefensos a los transeúntes que por desgracia quedan atrapados en la mitad, siendo asaltados en pocos segundos por algunos que cruzan la línea para transformarse en ladrones de oportunidad.

Tanto ha sido el nivel de estas verdaderas batallas campales que el alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, les hizo un llamado muy puntual hace pocos días para que dejen las piedras por el fútbol.

“Jugando en la cancha, nuestros jóvenes están lejos de los malos pasos. Llegamos al barrio Cevillar, junto a Carmelo Valencia, para acompañar a nuestros muchachos en el debut del torneo de fútbol ‘A Otro Nivel’. Queremos verlos jugando, desarrollando su talento y soñando en grande, lejos de los peligros en las calles”.

Fenómeno de violencia

Para Arturo García Medrano, experto en seguridad, la situación en Barranquilla en torno a la proliferación de estos grupos de ‘tirapiedras’ ha crecido desmesuradamente.

“Obviamente no es nuevo, es una problemática que ha venido creciendo en los últimos cinco años y que está en una serie de sectores del área metropolitana, porque también se refleja en Malambo y Soledad. En Barranquilla hay unos trece puntos identificados donde de manera permanente estas agrupaciones optan por enfrentarse convocándose a través de los diferentes perfiles de las redes sociales”.

Aún más allá de eso, dice que hay un punto que preocupa mucho por la rápida expansión de la situación.

En el barrio La Paz hay un crecimiento de esta problemática. Los videos nos muestran a unos ochenta adolescentes enfrentándose en grupos que vienen del sector de Los Olivos, Los Ángeles, Siete de Agosto. Ellos buscan tener el control sobre toda la carrera 13 en los alrededores de lo que es el centro comunitario de la iglesia de La Paz, de la Casa de Justicia y se mueven en un radio de acción bastante grande”, explicó.

Un golazo de ‘Tutunendo’

Pendiente de esta situación, una noche, hace meses en el estadio Metropolitano, el alcalde Char se acercó a Carmelo Valencia, a quien apodan cariñosamente ‘Tutunendo’, exjugador de Junior que era su invitado al palco para ver el partido del día. Y le pidió ayuda.

“Esto nace un día, recuerdo, viéndonos un partido de junior en el estadio. Y el alcalde me llama y me dice: ‘Carmelo, yo quiero que tú me ayudes a educar a los niños, que me los ayudes a educar desde el deporte’. Yo le dije, jefe, vamos a hacerlo”, recordó sentado en la terraza de su próspero negocio de buñuelos.

El fútbol también lo salvó a él. Lo llevó a conocer el mundo, hasta las antípodas del planeta en Japón, jugó con la Selección Colombia, fue campeón del fútbol profesional colombiano, pero sobre todo lo formó para ser la persona que es hoy, la que en la mañana se levanta a freír él mismo sus buñuelos y por las tardes se va a estudiar para terminar el bachillerato, a pesar de sus 40 años.

“Lo mío siempre fue el fútbol. Entonces, creamos el proyecto. Como tal se llama ‘Fútbol, Educación y Recreación Social’. Entonces, la idea es comenzar a mitigar toda esta problemática que hoy en día estamos viviendo. No puede caer una gota de lluvia que los chicos comienzan a tirarse piedra. O sea, ¿qué necesidad hay de eso?”, se lamentó.

Es por eso que el sueño de Carmelo acuñó un nuevo sueño: que las piedras se transformen en balones, en la ciudad en la que decidió quedarse a vivir.

“La idea es darles la oportunidad a chicos que menos oportunidad tienen. Hay muchos que no tienen la ocasión de tener unos guayos, de verse bien uniformados, hasta refrigerio tenemos para ellos. Empezamos con 160 niños, los partidos son cada ocho días. La primera edición se hizo en la zona suroccidente, donde están los barrios de Lipaya, Me Quejo, La Manga, Nueva Colombia, El Edén. En vez de estar tirando piedra, es mejor que los tengamos ocupados, el impacto va a ser bastante positivo y se va a ver reflejado en la ciudad”, resumió.

Un espejo para los niños

Según el secretario de Recreación y Deportes, Daniel Trujillo, la idea es poderles abrir un espacio precisamente a esos jóvenes que están en unas edades donde pueden ser influenciados por la delincuencia.

“El campeonato está dirigido a jóvenes entre 13 y 15 años de edad. Los equipos participantes reciben charlas de jugadores experimentados, quienes comparten su visión sobre el fútbol en la formación integral de los jóvenes”, apuntó.

Jesús Martínez es uno de los niños que hacen parte del torneo y explicó que fue gracias a la visión de su orientador que ahora vive esta experiencia.

“El profe decidió participar en este torneo porque vio un torneo de capacidad para nuestros jugadores y todo lo que influye. Me ha parecido muy bueno porque dan uniformes, dan tacos, dan canilleras, me ha gustado mucho. Yo le diría que todo es la disciplina. Si quieren ser profesionales que tengan buena disciplina y que tengan sobre todo compromiso”, opinó.

La esperanza de Carmelo es que los chicos puedan entender que él pudo gambetear las drogas, la violencia y las malas compañías con el balón. Quiere ser el reflejo en el que se identifican, que les confirme la opción de ser más de lo que han creído.

“Yo vengo de una familia humilde, teniendo siempre lo mínimo, pero viviendo, la verdad, sin violencia, lejos de la droga, lejos del alcohol. Y tuve la oportunidad de salir a los 15 años a la ciudad de Medellín y desde ahí comenzar la carrera futbolística. Y por intermedio del fútbol pude construir una carrera, pude ser un nombre, pude dejar una huella, que para mí eso es lo más importante, una huella como persona”, cerró.

Sectores críticos en relación con los ‘tirapiedra’

Según Arturo García Medrano, experto en seguridad, estos son los puntos más críticos ante la situación de los ‘tirapiedra’: avenida Circunvalar a la altura de las Cayenas y Los Robles; la avenida Murillo en el sector de Metrocentro y sobre la avenida Las Torres por la carrera 2; la calle 49 con la carrera 2 F; el barrio Santuario en el sector de la calle 48 con la carrera 8; barrio la Paz a la altura de toda la carrera 13 y el parque Bicentenario; el barrio Santa María en el sector de la carrera 5 Sur con calle 80; y sectores de los barrios Carrizal y Ciudadela.

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También dijo que “ahora, hay una parte que ha venido surgiendo en estos últimos meses, en medio de la lluvia, y es la modalidad del atraco”, señaló el experto.