La Unión Internacional de Gas, fundada en 1931 en Vevey (Suiza), e integrada por 150 miembros de 80 países de los 5 continentes, representan más del 90% del mercado mundial del gas, incluyendo a gremios como Naturgas.
El único que no ha comprendido, por su radicalismo ideológico, que el gas más barato es el producido en Colombia, es el Presidente Petro. Las consecuencias de su negativa a suscribir nuevos contratos de exploración y producción son graves para los colombianos, especialmente para los más vulnerables. Su postura también está ahuyentando la inversión, en un sector que requiere años para dar frutos.
De acuerdo con un análisis realizado por Fedesarrollo, un mayor costo del gas importado frente al nacional, y la insuficiencia de infraestructura de transporte serían las principales razones.
En los últimos 2 años el aporte de Ecopetrol al Estado colombiano cayó $35 billones, equivalente a dos reformas tributarias. ¿Quién debe responder a la empresa, a sus miles de accionistas minoritarios y al Estado por tan colosales deterioros?
Estoy convencido de que Colombia cuenta con las reservas de gas suficientes para garantizar nuestra autosuficiencia, pero nos toca incentivar la actividad exploratoria y poner en marcha ya los nuevos descubrimientos en Córdoba, Sucre, Arauca y Norte de Santander.