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Kandimaku Busintana Izquierdo es un representante del pueblo ancestral Arhuaco de la Sierra Nevada de Santa Marta. Lleva 10 años trabajando con el propósito de tender un puente, a través de su música, entre la cultura ancestral de los pueblos originarios de la Sierra Nevada y el mundo. Es sociólogo y ha viajado por el mundo cantando por países como Francia, España, Japón, China, Estados Unidos, Costa Rica, México, y también ha desplegado su talento por diferentes escenarios en el ámbito nacional.

Kandimaku hace parte del linaje de la casa Busintana, la casta de su pueblo ancestral, el cual convive con tres etnias distintas en lo que denominan Umukunu, es decir, la Sierra Nevada, la casa de todos. Relata que nació en los templos de Yeruá, lugar donde se le paga al espíritu del agua en el planeta. Él es un miembro activo de la comunidad ancestral y ha emprendido una lucha por los derechos y reconocimientos de su colectividad a nivel cultural por todo el aporte que los pueblos ancestrales le hacen al mundo y al universo. 'Sentimos que no se le ha dado la importancia adecuada para que esto sea visible en el universo y en el mundo entero', afirma Kandimaku.

Su talento comenzó a propagarse por el país luego de que hiciera parte del elenco de la bioserie Diomedes, el Cacique de La Junta, la cual emitió el Canal RCN en 2015 y este año en medio de la pandemia volvió a hacer parte de la programación nocturna de este canal. En esta producción dedicada al ídolo del vallenato interpretó a Ruperto, un indígena al que el fallecido artista guajiro le tuvo mucha confianza y quiso en los inicios de su vida cuando se fue a trabajar en la recolección de café. 'Sapo, sapo, sapo, sapo sin colmillo', era el canto que constantemente repetía y que se convirtió en moda entre los seguidores de la serie.

EL HERALDO dialogó con este hombre que se enorgullece de sus raíces indígenas y que con su canto la da a conocer por el mundo. Explicó como el vallenato ha sido el principal vehículo para lograr esta misión.