Una emotiva despedida le rindieron en la tarde de este martes 28 de octubre familiares y amigos a Edwin ‘Guayacán’ Madera en el Cementerio Jardines de la Eternidad del Norte, sobre la Vía al Mar.
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“La clave y el bongó / La llevo en el corazón / La clave y el bongó / La llevo en el corazón”, coreaban una y otra vez hombres y mujeres, marcando el ritmo de la entonación con las palmas, mientras los allegados llevaban el féretro hacia la capilla, donde se llevó a cabo el acto de las exequias.
El dolor por el fallecimiento del mánager y propietario del emblemático estadero La Troja se confundía con la alegría que sentían los presentes al recordar anécdotas y la última vez que compartieron con el hombre, de 68 años. “Hablé con él hace poco”, murmuraba un veterano para contarle a su acompañante la cercanía que tuvo con Madera.
La escena se repetía una y otra vez entre los grupos que se hicieron en el camposanto. Algunos, incluso, mostraban fotografías que se tomaron con él, mientras que otros iban ingresando con gorras, camisetas, entre otros artículos alusivos a La Troja, estampados con notas musicales o rostros de artistas referentes de la Salsa.
La participación de los ciudadanos, para despedir a Edwin fue multitudinaria, tanto que no todos pudieron ingresar a la capilla, que cuenta con una importante dimensión.

Entre los nueves hijos que dejó el gestor del “templo de la salsa” en Barranquilla estaba Ana Milé, quien era consolada y recibía el mensaje solidario y el abrazo de cada persona que deseaba asistir al último adiós. Como pudo, inhaló, como buscando fuerzas en su interior, para enviarle un mensaje a los trojeros, a través de los micrófonos de EL HERALDO.
“Muy agradecida por tantas personas que han venido a estar acá, acompañándonos como familia, y darnos cuenta de que La Troja definitivamente nunca fue solamente de nosotros, sino que era de la ciudad. Ver cómo papá tuvo una trayectoria de muchos años y pudo forjar una marca, y pudo estar allí para todos nosotros”, expresó la compungida mujer.
Ana Milé indicó que el masivo apoyo que le ha dado Barranquilla en este duro momento da muestra de que su padre y su proyecto musical lograron unir a la ciudad sin asomo de discriminación y sin importar estratos sociales.
“Aquí estamos y aquí seguiremos, encabezando a más personas junto con mis hermanos, seguiremos esta tradición, seguiremos este legado y esta marca seguirá continuando. Él siempre consideró que el barranquillero no nace, sino que se hace. Él de por sí es de Cereté, Córdoba, pero al llegar aquí se hizo un barranquillero neto, y decía que el que conoce a Barranquilla se enamora de ella, así que esto es un legado totalmente de la ciudad”, manifestó Ana Milé.
El artista Willy Calderón, quien cantó 19 años con Lucho Bermúdez, también asistió a despedir a Edwin Madera. Aseguró que se enteró de la noticia en horas de la noche, un amigo lo llamó a avisarle.
“Me dio tristeza y no pude dormir... Hasta que amaneció y fui a La Troja hoy y encontré al hermano, Miguel, y me confirmó la triste noticia. La Troja es un referente aquí en Barranquilla de todos los artistas que hay en Puerto Rico, en Nueva York, en Miami, en todas partes del mundo cuando viene a Barranquilla es un recibimiento que nos daba el anfitrión Edwin Madera como a nadie, ese man era único”, recordó el músico.

El combo de La Troja no podía faltar en la emotiva despedida a ‘Guayacán’. Sus compañeros llegaron a darle el respaldo a la familia. El DJ de La Troja en los últimos 25 años, Mauricio Meléndez, se refirió al vacío que deja.
Dijo que tenían la intención de despedirlo con música, pero prefirieron respetar el deseo familiar. “Desafortunadamente lo perdimos, pero La Troja va a continuar adelante. Vamos a salir el viernes, le damos a una cristiana sepultura hoy, pero el viernes vamos a trabajar como normalmente lo estamos haciendo”.
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Y las palmas del público volvieron a marcar la clave, la última que se escuchó pasadas las 5 p. m. de este martes en el Cementerio Jardines de la Eternidad del Norte, para darle el último adiós al bacán que le dio vida a La Troja.





















