“Ay, al sonar los tambores, esa negra se amaña, y al sonar de la caña, va brindando sus amores”. Es difícil resistirse al embrujo de esta Checumbia que, generación tras generación, enciende las carnestolendas. Mucho menos cuando la voz que la interpreta es la de tu propio padre.
Así lo siente y lo vive Sharon Acosta Tobón, reina del Carnaval de los Niños 2026, quien llegó a la redacción de EL HERALDO acompañada de su coequipero Joshua Ortiz Melendrez. Ambos irradiaron la alegría que los acompaña desde el día de su designación, reflejando el orgullo de ser embajadores de la fiesta más grande de Colombia en su versión infantil.
De lejos, parecían tímidos, pero cuando Sharon escuchó esa tradicional canción de su padre Checo Acosta, invitó a Joshua, que con su sombrero coqueteaba, casi ni levantando los pies, deslizándose suavemente por las baldosas para luego entrar en pausa, tomar un poco de agua y empezar a contar su pequeña pero grandiosa historia.
Lea también: De Yatra a Luis Fonsi, algunos de los invitados al desfile de Carolina Herrera en Madrid
Sharon, con su tocado de flores rojas y el tradicional vestido de cumbiambera a cuadros, se sentía feliz de –a sus 11 años– estar cumpliendo un sueño que había estado acariciando desde hace tiempo atrás. “Desde que vi a la primera reina cuando yo estaba chiquita, sentí que quería tener esa corona. Ellas se gozan todo el Carnaval y transmiten alegría”.
La estudiante de quinto grado del colegio Royal School reconoce que su rutina cambió por completo desde que asumió el título. En medio de ensayos, eventos y presentaciones, ha tenido que ajustar su vida escolar.

“En el colegio ahora me dan más permisos, pero tengo que mejorar mis notas para que me los sigan dando. A veces me toca salir temprano o faltar, pero me lo disfruto al 100 %, porque sé que voy a dar lo mejor de mí para que sea el mejor Carnaval”.
El arte corre por sus venas; ella canta, toca el piano y baila. Desde hace tres años está vinculada a la danza y la gimnasia, y ya acumula importantes logros.
“Mi primer concurso fue en Punta Cana, donde estuve en segundo lugar con mi escuela de danza Julie De Donado. También he competido en nacionales y en un concurso en Santa Marta gané primer lugar”.
En ese amor por la música y el baile, Sharon reconoce la influencia de su padre. “Ha sido una inspiración demasiado grande para mí. Yo soy la que debe seguir la dinastía Acosta. Mi papá está preparando cositas para que yo pueda tener mi canción. Todavía no la he escuchado, pero será un hit que los niños recibirán con emoción”.

Creciendo con tradición
Las lágrimas que corrieron por el rostro de Joshua Enrique Ortiz en el video de su proclamación como rey del Carnaval de los Niños 2026 no significaron tristeza; fue la felicidad genuina de un niño que a los 10 años es testigo de cómo la vida lo premiaba con uno de sus grandes anhelos.
Lea también: Este fin de semana el Atlántico bailará Porro Negro en Santo Tomás
Joshua cursa tercero de primaria en la IED María Cano, y asegura que su vida ya no es la misma desde que recibió la noticia. “Antes los fines de semana me levantaba a las 10 u 11 de la mañana, ahora me toca a las 8, y los días de agenda real terminan tipo 8 o 9 de la noche. Todo ha cambiado, pero me lo disfruto mucho”.
El Garabatico de la 8 fue fundado por su abuela Martha Salas, siendo esta la primera danza de garabato infantil en participar en Carnaval. “Desde que tenía un año empecé bailando ahí. Ahora personifico la muerte y me apasiona mucho enseñar esta danza, y también creo coreografías y organizo los bailes en mi colegio”.

Todo un legado vivo
En esta edición, Sharon y Joshua Ortiz encarnan la misión de preservar el semillero bajo el lema ‘Un legado vivo’. Y es que cada uno de ellos carga consigo una herencia que a capa y espada van a defender. “Eso es lo que queremos mostrar, porque por ejemplo, ella sigue su dinastía, y yo también traigo mi legado de tradición”, expresó Joshua.
Y es que el Carnaval de los Niños se ha convertido en una escuela cultural en la que se forja la próxima generación de hacedores. “Espero que nunca dejen de soñar porque así como hoy yo estoy aquí, muchas personas pueden estar. Nosotros somos un legado vivo que lo que quiere es llevar la tradición a todos los rincones”.