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Christian Mercado

Dos años duró el exilio de José Eugenio Hernández del fútbol dando cumplimiento a una promesa que hizo cuando era director técnico del Deportivo Cali (en 2009), de retirarse por la frustración por no haber podido clasificar a su equipo a las instancias finales.

En el primer semestre de ese año, Cheché estuvo muy cerca de disputar la final, pero Junior, el mismo equipo del cual hoy se declara hincha, le frustró esa posibilidad en el estadio Pascual Guerrero.

Cali ganaba 2-0 y era finalista, pero Junior reaccionó en el segundo tiempo y con tantos de Teófilo Gutiérrez y Giovanni Hernández, lo dejó con las ganas de pelear nuevamente un título.

Cheché no quería saber nada de fútbol, por lo menos por un buen tiempo, hasta que recibió la llamada de Jorge Luis Pinto, de quien fue asistente en la Selección Colombia, para decirle que lo había propuesto como su reemplazo en Junior, ya que le había surgido una oferta para ser el técnico de la selección de Costa Rica.

Pinto consideró que Hernández era la persona indicada para darle continuidad al trabajo que él había iniciado.

Cheché no tuvo que pensarlo mucho y aceptó firmar un contrato por seis meses con la institución rojiblanca.

'Vengo a ser campeón', fue la frase más llamativa que pronunció el día de su presentación oficial como director técnico del Junior, el lunes 5 de septiembre.

No faltó el que considerara esta afirmación como utópica o acomodada, más teniendo en cuenta que la llegada de Cheché no había caído bien dentro de la afición.

Muchos periodistas —incluido quien esto escribe— pensaron que no era la persona indicada para el cargo y que nuevamente los dirigentes se habían equivocado. Criticamos que no se tuviera en cuenta que antes de aquel partido del Junior ante Deportivo Cali, en el que el equipo barranquillero obtuvo el tiquete para disputar la final del Torneo Apertura 2009, el técnico bogotano expresara su preocupación porque el presidente de la Dimayor —Ramón Jesurun— fuese hincha del Junior.

Pero Cheché comenzó a trabajar y 48 horas después de su llegada emprendió viaje hacia Valledupar en busca del cupo a las semifinales de la Copa Postobón. El reto era difícil para los tiburones ya que en la ida, como locales, habían igualado sin goles con el equipo vallenato.

Antes de ese juego en Valledupar, Cheché dijo que trabajaría arduamente para que Junior recobrara la memoria futbolística. Contó que había llegado al camerino de la sede deportiva Adela de Char y al ver la foto del equipo campeón en 2010 se dio cuenta que varios de esos jugadores aún estaban en el equipo: Giovanni, Ruiz, Cortés, Vladimir, Bacca y Jossymar. 'Quiero que mi equipo se parezca a ese en todos los aspectos, vamos a tratar de que esa memoria se active y que ese chip vuelva a salir a flote para producir fútbol', dijo en aquella oportunidad.

Cheché salió airoso en el primer desafío, eliminó por tiros libres desde el punto penal al Valledupar y se metió en las semifinales de la Copa Postobón. Cuatro días después —el 11 de septiembre— consiguió lo que se había vuelto imposible para técnicos anteriores: ganar de visitante. Cheché lo logró después de 26 partidos derrotando 2-1 al Pereira, un resultado que ubicó al Junior entre los 4 mejores del campeonato.

En medio de decisiones polémicas como la de rotar la nómina, de preferir a Juan David Valencia en lugar de César Fawcett, y de realizar flojas presentaciones como ante Envigado (cayó 2-0), Junior alcanzó el liderato en la octava fecha tras ganarle 1-0 al América, en Cali.

Junior se volvió un equipo sólido como visitante pero en casa se le escaparon muchos puntos (empató 1-1 con Nacional, 3-3 con Santa Fe, 0-0 con Itagüí y 2-2 con el Cúcuta).

El peor momento del Cheché en Junior fue su eliminación de la Copa Postobón luego de caer 4-1 en Bogotá, en el partido de ida, y de empatar 0-0 en el de vuelta, en Barranquilla. Desde ese día el equipo se comprometió a luchar con todas sus fuerzas por el título de la Liga Postobón y después de la victoria 3-2 sobre el Huila, en Neiva, recuperó el primer lugar, que lo mantuvo hasta la fecha 16, cuando cayó 3-0 ante el Chicó, en Tunja, partido al cual Cheché decidió llevar una nómina de emergentes, otra movida que causó polémica y que envió al Junior a la tercera posición.

Pero en la penúltima fecha de la fase todos contra todos, Junior derrotó 2-0 al Cali, en Barranquilla, clasificó a cuartos de final y volvió al liderato, que mantuvo hasta la última jornada en la que empató 0-0 con Millonarios, en Bogotá. Nunca antes, en la historia de los torneos cortos en Colombia, Junior había terminado en el primer lugar de la fase todos contra todos.

Llegaron los cuartos de final y el sorteo puso al Junior a jugar contra el Chicó. Del juego de ida, en Tunja, solo se pudieron jugar 45 minutos, ya que el asistente arbitral número 2, Alejandro Gallego fue herido en la sien izquierda por un objeto lanzado desde la tribuna, hecho este que originó la terminación del encuentro por parte del árbitro Adrián Vélez.

Dos días después, cuando todos daban por descontado que los tres puntos serían para Junior, la Comisión Disciplinaria del campeonato sorprendió otorgándole solamente uno y restándole el otro al Chicó.

Cheché criticó duramente el fallo de la Comisión y dijo que este estuvo sustentado en las mentiras del dueño del Chicó, Eduardo Pimentel. Este ripostó al día siguiente diciendo que solo le contestaba a los miembros de la familia Char, pero no a los sapos. Cheché dio por terminada la polémica al señalar que no iba a comprar boletas para ese circo.

Junior avanzó a las semifinales tras empatar 2-2 con el Chicó, que al término del primer ganaba 2-0. En esta instancia jugó un partido desastroso ante Millonarios. Perdió 3-0 y se salvó de una goleada mayor. En el de vuelta se impuso por el mismo marcador y forzó la definición por tiros libres desde el punto penal, que ganó 5-4, dando al traste con la anhelada final bogotana que ya promocionaban en la capital de la República.

Al día siguiente de ese encuentro se conoció que Junior disputaría el título contra Once Caldas, que eliminó a Santa Fe. Era la oportunidad para la revancha por las dos derrotas ante este mismo rival en 2003 y 2009.

Junior ganó 3-2 el partido de ida, luego de otra remontada histórica, ya que estaba abajo 2-0 en el marcador. En el de vuelta, la escuadra rojiblanca cayó 2-1, lo que forzó los penaltis. Allí se impuso 4-2.

Por Manuel Ortega Ponce