Reforma tributaria se queda sin apoyos en el Congreso
Los votos en contra doblan a los que están a favor. Se plantean alternativas.
Frente a las manifestaciones de Cambio Radical, La U, el Partido Liberal y la oposición de votar en contra de la reforma tributaria se desbarata el respaldo con el que pensaba contar el Gobierno para su proyecto.
Lo anterior se entiende porque en votos, en el Senado, las cuentas están así: el Gobierno necesitaría 55 votos, pero el Centro Democrático tiene 19, el Partido Conservador 13, y los cristianos y el senador Jonathan Tamayo 7. En total tiene 39 votos, si es que le votan todos los gobiernistas.
Se enfrenta el Ejecutivo a los 14 votos liberales, 16 de Cambio Radical, 11 de La U, 21 de la oposición, 2 de los movimientos indígenas y 6 de los disidentes. Es decir, 70 votos en suma.
Y en la Cámara, donde el Gobierno necesita 85 votos, el oficialismo tiene 57 y los contrarios a la reforma cuentan con 114.
Alternativas
Ante la anunciada derrota de la tributaria se han escuchado dentro y fuera del Congreso algunas alternativas para recaudar los $ 25 billones que le hacen falta al Ejecutivo.
El senador Alexander López, del Polo, asegura que es el sector financiero el que debe atender las necesidades tributarias por sus amplios ingresos anuales: “Que haya una justicia tributaria donde sean el sector financiero y los grandes poderes económicos los que asuman la crisis”.
A su vez, la representante Katherine Miranda, de la Alianza Verde, recogió 10 mil firmas digitales que apoyan su reforma alternativa.
“Demos un impulso a los impuestos verdes que, de ser aplicados y desarrollados, le permitirían al Estado tener un recaudo potencial de $ 22 billones anuales; un impuesto nacional al consumo de bebidas azucaradas con tarifa del 20 % le significaría al Estado al menos $ 1,4 billones al año. Y si hacemos a las iglesias contribuyentes del impuesto de renta podrían aportar al menos $ 1,8 billones al año”.
Y el candidato presidencial Sergio Fajardo propone: “Un impuesto sobre las variaciones positivas de las utilidades en 2020 (independientemente del sector o actividad) y que el impuesto al patrimonio inicie para patrimonios superiores a $ 1.000 millones (con vivienda exenta), con tasas marginales hasta de 2 % para los patrimonios superiores a $ 10 mil millones”.
Cambio, La U y liberales
El Partido Cambio Radical informó el pasado martes en un comunicado que “no acompañará al Gobierno en la aprobación” de la reforma tributaria “por considerarla totalmente inoportuna y en contravía del objetivo de recuperación de la economía y el empleo que requiere alcanzar el país”.
Así lo decidió la colectividad tras una cumbre realizada el pasado martes entre esta bancada y luego de conversaciones entre los líderes naturales de este partido y del Partido Liberal, el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras y el expresidente César Gaviria, respectivamente.
Entre tanto, Dilian Francisca Toro, directora de La U, señaló que “desde el partido no se apoyará que la iniciativa grave a los trabajadores, a la clase media, ni a los pensionados” y advirtió que “es el momento de que los grandes empresarios, como dice la propuesta de la ANDI, hagan el mayor aporte para que superemos esta crisis económica y social que vive nuestro país”.
Y Gaviria, director del Partido Liberal, había cuestionado: “Hace poquito habían colocado no sé cuántos bonos por no sé cuántos billones de dólares a precios excelentes, ¿y con eso no pueden pagar? ¿Tiene que pagar es con los impuestos de la canasta familiar? ¿No pueden ir al Banco Central a pedir unos recursos?”.
Tras analizar la tributaria, Cambio Radical expidió un comunicado en el que le dice no “a los incrementos superiores al 300 % en la tributación de los asalariados con ingresos mensuales entre $ 2,5 millones y $ 7,5 millones, ni a los aumentos propuestos en materia de impuesto de renta para personas naturales”.
También rechazan el gravamen sobre las pensiones, el impuesto solidario del 10 % para los salarios e ingresos de personas naturales, la obligación de presentar declaración de renta por parte de las personas naturales con ingresos anuales inferiores a $ 25 millones y al desmonte de las deducciones para el ahorro privado, las cesantías, los intereses de vivienda y las pensiones, entre otros.
