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En medio de la reanudación ayer en los estrados del caso Colmenares, que había estado suspendido durante nueve meses, la madre del joven villanuevero asesinado, Oneida Escobar, le dijo a EL HERALDO que 'algo muy raro está pasando con el proceso de mi hijo'.

Se refería la madre guajira a las denuncias que hizo el pasado 27 de marzo el magistrado monteriano Jorge Pretelt sobre su colega Luis Ernesto Vargas, aparente vecino de Laura Moreno -una de las acusadas-, quien al parecer desde su investidura en la Corte Constitucional habría intentado favorecer a la estudiante señalada del delito de coautoría de homicidio.

Pretelt hizo las denuncias luego de que Vargas, a su vez, lo hubiese denunciado por presuntos actos de corrupción en la alta corte.

'Con eso -con los señalamientos de Pretelt contra Vargas- nos damos cuenta de que sí hay algo muy raro que está pasando con el proceso de mi hijo, y por eso tantas trabas, tantas cosas de las que nos hemos enterado, para que nosotros no lleguemos a la verdad de lo que le pasó a mi hijo', le dijo a este diario la madre de Luis Andrés Colmenares, quien no quiso entrar a la sala de audiencias por cuanto la Fiscalía exhibía como prueba las fotografías del cadáver de su hijo.

Acerca del juicio que parece, por fin, retomar su rumbo, tras cinco años del crimen, perpetrado el 31 de octubre de 2010, manifestó: 'nosotros esperamos que la Justicia actúe, porque ya hemos esperado tanto. Y venimos con todo el ánimo y yo sé que con la ayuda de Dios todo nos va a salir muy bien'.

Frente al giro que le dio al proceso el fallo del 7 de octubre de 2014, en que el Tribunal Superior de Bogotá dictamina que el de Colmenares fue un asesinato y en el que se hace una compilación de las inconsistencias en las que, según la Sala Penal, habría incurrido Moreno, Oneida Escobar advierte que 'nosotros siempre hemos estado convencidos de que a mi hijo me lo asesinaron, siempre supimos que no fue un accidente. Yo lo conocía muy bien, y yo sé que a él lo asesinaron'.

Las fotos del cadáver

Tras los nueve meses de suspensión del proceso, primero por el paro judicial y luego por la apelación de la inclusión de un detective del CTI como testigo de la Fiscalía, rindió testimonio ayer, solicitada por la fiscal delegada ante la Corte Suprema, María Victoria Parra, la forense de Medicina Legal, Leslie del Pilar Rodríguez Rojas, quien hizo la necropsia y había dictaminado hace cinco años 'muerte violenta'.

Pese a la solicitud del representante de víctimas de no permitir la grabación del equipo de cámaras que ha instalado la defensa en las audiencias hace ya varios meses, por cuanto con la declaración de la forense se exhibirían fotos del cadáver de la víctima, 'lo que afecta la dignidad de los Colmenares', la jueza 11 de Conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez, ordenó dejar el equipo audiovisual, dándole la razón a la defensa de Moreno, que argumentó que no les estaba prohibido a las partes llevar sus propios registros.

La togada, además, dispuso que la audiencia, a la que asistió la acusada Moreno, fuese reservada tanto para el público como para los medios de comunicación.

En octubre de 2013, cuando se exhibieron en el juicio contra el absuelto Carlos Cárdenas las 24 fotografías del levantamiento del cadáver del estudiante guajiro, el representante de víctimas, Jaime Lombana, le dijo a este diario que, tras observarlas, 'a nadie le puede caber duda de que se trató de un asesinato. Fue una golpiza tremenda'.

Explicó entonces el reconocido jurista que el cadáver 'presenta 10 heridas en el rostro, producidas desde ángulos distintos, que inmediatamente niegan la posibilidad de una caída'.

El juicio continuará el 6 de julio, cuando seguirá la forense Rodríguez en el estrado del dilatado proceso contra Moreno y Jessy Quintero -acusada de encubrimiento de homicidio-, ambas estudiantes de la prestigiosa Universidad de los Andes, y quienes, según la Fiscalía, saben de las personas que le propinaron la golpiza mortal a la víctima.