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El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, amplió este jueves su “guerra” declarada contra las bandas del crimen organizado que operan en el país a tres grupos pertenecientes a las disidencias de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Mediante un decreto, Noboa catalogó como “grupos armados organizados” al ‘Frente Oliver Sinisterra’, a las ‘Disidencias Comuneros del Sur’ y a los ‘Comandos de la Frontera’, y los incorporó como enemigos dentro del “conflicto armado interno” que desde 2024 declaró en Ecuador a causa del auge de las bandas criminales ecuatorianas.

El mandatario tomó esta resolución después de que la pasada semana once militares del Ejército ecuatoriano murieran en una emboscada atribuida a los Comandos de la Frontera durante un operativo contra la minería ilegal en el sector de Alto Punino, ubicado en la Amazonía ecuatoriana, entre las provincias de Orellana y Napo.

En esa acción también murieron tres miembros del grupo atacantes, uno de ellos identificado por el Ejército como el presunto líder de los Comandos de la Frontera en territorio ecuatoriano.

Los militares investigan una posible filtración de información desde dentro de las Fuerzas Armadas que permitió la emboscada perpetrada el pasado viernes, que según el Ejército incluyó explosivos, granadas y otras armas de guerra como fusiles de largo alcance.

Los Comandos de la Frontera son parte de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano (CNEB), grupo que surgió tras la fragmentación de la Segunda Marquetalia, una de las principales disidencias de las antiguas FARC que retomaron las armas tras firmar el acuerdo de paz con el Estado colombiano en 2016.

De acuerdo a las autoridades, este grupo se ha aliado presuntamente con Los Lobos, una de las mayores bandas criminales de Ecuador, para controlar la minería ilegal en varios sectores de la Amazonía ecuatoriana relativamente cercanos con la frontera con Colombia, como es el caso de la cuenca alta del río Punino.

Por su parte, el Frente Oliver Sinisterra se hizo conocido en Ecuador en 2018 por el secuestro y asesinato del equipo periodístico del diario El Comercio, integrado por el periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra.

Aquella acción estuvo bajo el liderazgo de Walter Patricio Arizala (‘Guacho’), quien meses después fue abatido en territorio colombiano en una operación militar.

En enero de 2024 fue detenido también en Ecuador Carlos Arturo Landázuri, apodado ‘Comandante Gringo’, quien según las autoridades era en ese momento el líder del Frente Oliver Sinisterra, que opera en zonas fronterizas entre el departamento colombiano de Nariño y la provincia ecuatoriana de Esmeraldas.

Noboa declaró a inicios de 2024 el “conflicto armado interno” en Ecuador para contrarrestar la escalada de violencia que ha llevado a que el país esté a la cabeza de Latinoamérica en índice de homicidios y, si bien logró reducir levemente la tasa en ese año, la tendencia se ha recrudecido desde el inicio de 2025 con un promedio de un asesinato por hora.

Las estructuras criminales en Ecuador están dedicadas principalmente al narcotráfico, con vínculos con algunos grupos disidentes de las FARC y con carteles mexicanos como el de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, pues se encargan desde los puertos y costas del país de llevar grandes cantidades de cocaína hasta Centroamérica, México y Europa.

Sin embargo, en el último año han incursionado también en la minería ilegal, donde buscan controlar ciertos enclaves mineros ilícitos para extraer oro en un momento donde el precio de ese metal registra máximos históricos, lo que han hecho en lugares de la Amazonía ecuatoriana pero también en el municipio andino de Camilo Ponce Enríquez.