La fiscal María del Carmen Tagle González no le dio importancia a un comentario que, de haberlo tenido en cuenta, quizás hubiera evitado que ella fuera, días después, la primera víctima del sector judicial español por parte del grupo terrorista ETA.
Ella, de 44 años de edad, la segunda entre siete hermanos –cuatro hombres y tres mujeres– fue asesinada el martes 12 de septiembre de 1989 en Madrid, por dos miembros de la banda, cuando ingresaba en su Renault 12 blanco al parqueadero del conjunto residencial del número 17 de la calle Julio Palacios, norte de Madrid, a las 3 y 15 de la tarde, hora local.
María del Carmen fue amenazada en vivo y en directo por ETA cinco meses antes, el 16 de mayo, en la capital francesa. Su trabajo con la Audiencia Nacional y, concretamente, en casos de terrorismo, hizo que la incluyeran en una comisión, presidida por el reconocido juez Baltasar Garzón, para interrogar a unos etarras detenidos en ese país.
Estuvieron –Garzón y Tagle González– frente a frente, durante siete horas en el Palacio de Justicia de París, a Santi Potro, José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, Elena Beloki y Esteban González Betolaza.
'Días después María del Carmen nos comentó que uno de esos integrantes de ETA estaba interesado en conocer cuál era el papel de ella en todo eso y en su afán por saber sobre ellos.Lo único que le contestó fue que como fiscal esa era una de sus funciones. El interrogado atinó a responder: No hay problema. Bueno es saber dónde está cada uno', relata 29 años después el periodista español Paulino Tagle –hermano de la fiscal–, quien tiene 33 años de residencia en Barranquilla y quien laboró enEL HERALDO durante 16 años.
Eta no va más
Tras cuatro décadas de violencia, el grupo oficializó el pasado viernes en Francia su final, en un acto con mediadores internacionales.
Un reguero de víctimas dejó ETA en su lucha armada por la independencia del País Vasco y de Navarra. Ahora quiere incursionar en la política. Se le atribuyen 850 víctimas mortales. El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, recordó a los muertos y advirtió que los crímenes de ETA 'se seguirán investigando, sus delitos juzgando y las condenas se seguirán cumpliendo. No hubo ni habrá impunidad', sentenció.
Desde su residencia al norte de Barranquilla, Paulino recuerda que vio viva por última vez a su hermana en 1986. 'Le dije, cuídate mucho. Eso fue cuando contó lo sucedido en París. Ante el comentario, que trascendió a la prensa, le ofrecieron seguridad, pero ella la rechazó'.
Y es que el asesinato de María del Carmen –era conocida más como Carmen– sorprendió al país. ETA cambió sus objetivos porque nunca se había metido con la rama judicial de España.
'Mi hermana mayor se convirtió en la primera fiscal en ser asesinada. Cumplió con su trabajo, entregada a él de manera objetiva. Soy enemigo de la pena de muerte, pero no de la cadena perpetua. Perdono a ETA, a los Tagle González nos propinaron un gran golpe, que aún nos duele. Pero no entiendo por qué mataron a María del Carmen, que lo único que hacía era aportar pruebas contra los implicados en terrorismo. ETA no va más, eso espero'.
María del Carmen Tagle González fue una alumna aventaja en la Universidad Complutense de Madrid, como estudiante de derecho, al ocupar el segundo puesto.
La dama de hierro
Era soltera, vivía sola, con un sorprendente ritmo de trabajo lo que le permitió, tras su abnegada dedicación, hacer parte del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
'Sí. Era conocida como la ‘dama de hierro’. Las reuniones con la familia y las escapadas que nos dábamos para ir a las carreras de caballos era lo único que la sacaban del mundo de los códigos', apunta Paulino.
Nunca vino a Colombia, pero a Madrid le llevaron a José Luis, el hijo de Paulino, a quien prometió devolverle la visita. Eso fue tres años antes de su muerte.
'El asesinato me sorprendió a las 9:15 de la mañana de ese 12 de septiembre en la redacción de EL HERALDO. Cuando se anunció un extra. Apenas escuché que una fiscal había sido asesinada en Madrid, dije: ETA me mató a María del Carmen... Dos días después no fui capaz de verla en el ataúd. Mi coraje no daba para tanto', afirma Paulino con un nudo en la garganta.
Al año siguiente –1990– el presidente de la Audiencia Nacional, Fernando Mateo Lage, recibió un paquete bomba en su casa, en Madrid. Le amputaron las dos manos y perdió, además, un ojo.





















