El presidente ruso Vladimir Putin se bañó en la noche del jueves en la helada agua del lago Seliguer, con una temperatura de -5°C, como parte de un ritual tradicional de la Epifanía ortodoxa que se celebra cada año.
El presidente ruso Vladimir Putin se bañó en la noche del jueves en la helada agua del lago Seliguer, con una temperatura de -5°C, como parte de un ritual tradicional de la Epifanía ortodoxa que se celebra cada año.