En un mundo donde los impactos del cambio climático se vuelven cada vez más devastadores, la humanidad se encuentra en una encrucijada histórica. A medida que los océanos se elevan, los incendios forestales se propagan y las temperaturas extremas se vuelven la norma, un clamor unánime surge de todas las esferas de la sociedad: la necesidad urgente de salvar al planeta.
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En Barranquilla, existe una Organización No Gubernamental (ONG) integrada por un grupo de mujeres apasionadas que se ha unido en una lucha implacable por la justicia climática. A través de sus acciones valientes y su compromiso inquebrantable, están tejiendo un cambio verde en la trama del futuro.
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Ellas son ‘Barranquilla +20’, conformado por jóvenes de más de 13 departamentos del país que recientemente, gracias a su proyecto ‘Mujeres por la justicia climática’, fueron uno de los 10 ganadores del Premio a la Innovación Intercultural 2023 de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones y BMW Group, siendo el único grupo colombiano que salió vencedor.
'Empezamos en 2012 y se legalizó como una organización en 2018. Fue un proceso pionero y es una de las primeras redes en Colombia que aborda los asuntos de cambio climático con un enfoque de género', manifestó su directora, Xiomara Acevedo.
Un liderazgo con sentido
Son varios los proyectos enfocados en distintas ramas los que posee la organización, sin embargo, ¿por qué abordar esta perspectiva de género en medio de una carrera por salvar el ecosistema?
'Todas estas iniciativas tienen una perspectiva de apoyar a las mujeres porque nosotras tenemos unas contribuciones diferenciadas a la gestión del territorio, tenemos unas luchas diferentes que si no se abordan de una manera apropiada, pues la crisis climática, la crisis de pérdida de biodiversidad va a limitar mucho el que podamos seguir teniendo posibilidades de un desarrollo de una defensa territorial'.
Para Acevedo, las mujeres resultan impactadas de manera desproporcionada por el cambio climático, pese a que no sean quienes están emitiendo la mayoría de gases de efecto invernadero que se propagan.
'A nivel mundial ni el 1 % de la ayuda oficial al desarrollo está destinada para iniciativas y emprendimientos liderados por mujeres y el 70 % de las mujeres del planeta son pobres. Y nosotras estamos al frente de la protección del agua, protección de ecosistemas, estamos comunicando, movilizando a otras, educando a los hogares'.
La educación, el primer paso
Consciente de que la educación es capaz de transformar el mundo, María Barcasnegras, empezó a soñar con un futuro más sostenible en Barranquilla.
'Empezamos a desarrollar un programa de educación ambiental que permitiera a los infantes y adolescentes de la comunidad cercana a la Ciénaga de Mallorquín y toda esta área de Bocas de Ceniza, apropiarse y recibir una educación ambiental de calidad adaptada a sus realidades'.
Como ‘Guardianes de Bocas de Ceniza’ han adoptado esta iniciativa, siendo el reflejo de la labor de los defensores del medioambiente, la cual se extiende a la educación, sensibilización y promoción de prácticas ecológicas en la sociedad.
'Ha sido muy bonito. Contribuyen en la limpieza de playas, educación ambiental para la comunidad en general transmitido por los mismos niños y eso es lo que buscábamos en el proyecto, brindarles conocimiento para que pudieran ser la motivación dentro de su comunidad'.
Para la barranquillera, contar con más mujeres en el liderazgo de este tipo de estrategias es fundamental para el logro de unos buenos objetivos.
'Tener más mujeres en la toma de decisiones y ejercicios de poder es importante para la gobernanza democrática y aquí ofrecemos esa variabilidad de laborar con mujeres, niños, empresas, autoridades y entidades internacionales que realmente trabajan día a día por cumplir estos acuerdos y tratados ambientales'.
Su compromiso ambiental hizo que en la ciudad se hiciera más visible la importancia del reciclaje creando una plataforma llamada ‘Muta’.
'Tuve la oportunidad de hacerme cargo de posicionar la primera plataforma tecnológica de gestión de residuos reciclables en Barranquilla y hoy en día ya han llegado a recibir inversión de entidades internacionales y son ejemplos de empresas en el país', puntualizó.
Inspiración de un liderazgo sostenible
Es la ciudadanía la que se interesa en reducir la vulnerabilidad de su territorio frente al cambio climático y valoran la biodiversidad local, como lo fue el caso de Maribel Esquibel, oriunda del departamento de Guainía quien integra la organización desde el 2021.
'Siendo indígena, he visto que las mujeres no tenemos mucha participación en los diferentes espacios y nosotras somos el puente para traer a la vida a nuestra descendencia. Es importante que las mujeres tomen el liderazgo climático, sin proteger nuestro entorno, en nuestras comunidades indígenas, a proteger nuestros recursos naturales en lugares donde habitamos.'
Maribel está allanando el camino para una transformación profunda del planeta.
