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Un nuevo hito en la ciencia colombiana. Una especie de felino que hasta el momento era desconocida fue hallada en el país. Se trata del Leopardus narinensis o Gato de Nariño, que fue encontrada por el especialista en genética y evolución Manuel Ruíz-García.

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La información fue publicada por la revista científica Genes, especializada en genética, dio cuenta de las buenas nuevas en la diversidad del país, aunque el investigador ha pasado más de 2 décadas detrás de este escurridizo animal.

Ruiz-García encontró una piel de este felino en 2001 cuando revisaba las colecciones biológicas del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, en Villa de Leyva.

Allí se encontró con una que llamó su atención por su pelaje denso y lanudo, coloreado de tonos rojizos que se oscurecían en la cabeza y el cuello, su forma daba cuenta de una cabeza chata y redondeada.

Dicha muestra de piel había sido colectada en el páramo del volcán Galeras. Había sido donada en el año 1989 al antiguo Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente (Inderena).

A partir de ahí empezó a buscar información sobre este animal. 'Yo pensé, lo que sucede con esta piel es que seguramente es un gato del pajonal o colocolo registrado en el sur de Colombia', detalló.

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Es así como tomó algunas fotos de la extraña piel y se las envió a Rosa García Perea, del Museo de Ciencias Naturales de Madrid, máxima especialista a nivel mundial en el colocolo. Su respuesta sembró más dudas que certezas: 'me respondió: esto no es ningún colocolo, es alguno de esos tigrillos raros que de vez en cuando aparecen', comentó el profesor de la Universidad Javeriana.

El especialista inició un proceso de realizar pruebas de ADN para determinar qué especie era. 'Este ejemplar seguía sin agruparse con los otros tigrillos, aparecía junto a dos especies de felinos manchados del sur del continente, el Huiña y el gato de Geoffroy. Independientemente de que hubiéramos utilizado un tipo de marcadores u otro, el resultado era el mismo', explica Ruíz-García

El Gato de Nariño es una especie que se separó de sus parientes más cercanos, el Huiña y el gato de Geoffroy, hace aproximadamente un millón de años. Según el investigador especialista en genética y evolución, es posible que el ancestro común de estas tres especies haya tenido una distribución desde el sur de Colombia hasta la Patagonia.

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En este caso, el animal no era conocido por la ciencia ni por las comunidades aledañas al volcán Galeras. 'Yo he estado en Nariño y cuando le he mostrado la fotografía a la gente me dice ‘No, no lo reconocemos’, entonces es un bicho que había pasado desapercibido para la ciencia y, en principio, para buena parte de la gente de la zona', comenta Ruíz-García.

La única prueba de la existencia del Gato de Nariño. Desde el 2001, el profesor javeriano no ha dejado de buscar otros individuos: 'yo he viajado por diferentes países, muchas veces aprovechando el estudio de otras especies, pero siempre con la vista puesta en las pieles de tigrillo, a ver si alguna se le parecía a esta. He ido a los museos en Ecuador, Costa Rica, Guatemala, México, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay y Uruguay, pero nunca la he encontrado'.

Finalmente, el investigador explicó: 'Nos encontramos ante la paradoja de que esta es una especie que está al borde de la extinción o extinta, pero que recién fue descubierta para la ciencia'.