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El pasado viernes, mientras Barranquilla permanecía bajo la convulsión de la Guacherna, se produjo la muerte de Víctor Herrera de la Espriella, a sus 106 años de edad. La información sobre el deceso del destacado periodista y hombre de la radio local fue confirmada por uno de sus ocho hijos, el actual alcalde de Soledad, Joao Herrera Iranzo.

En medio del dolor causado por la desaparición, Herrera pudo recordar a EL HERALDO algunas participaciones de su padre, apodado ‘Viti’, en el medio.

'La trayectoria de mi padre en la radio fue por muchísimos años, estuvo vinculado a emisoras como Radio Reloj, Emisoras Unidas, Variedades y Radio Kalamary', recordó el mandatario, que, además, también rememoró que este se destacó en la docencia en el Colegio Barranquilla para Varones, Codeba, donde le entregó el título de bachiller a varias generaciones de estudiantes.

Todo se estaba organizando para el sepelio del centenario hombre cuando seis horas después de su deceso su familia recibió la otra estremecedora noticia: Ángela Iranzo Salas de Herrera, su entrañable ‘Lilla’ y con quien permaneció 72 años de matrimonio, que en aniversarios de boda serían de ‘Titanio’, falleció también de muerte natural en la residencia que siempre permanecieron solos después de ver crecer a sus hijos.

Iranzo Salas nació en La Habana, Cuba y fue hija de un matrimonio español. Estudió enfermería profesional.

El mismo alcalde de Soledad, Joao Herrera, expresó el dolor que le causa la muerte de sus padres, pero mostró serenidad. 'Así son las cosas de Dios. Ellos estuvieron juntos por 72 años, estoy tranquilo porque sé que siempre estuvieron juntos y partieron juntos. Partieron con una diferencia de seis horas'.

El matrimonio tuvo ocho hijos y 32 nietos.

Como homenaje a esa sólida unión y el amor que siempre se manifestaron ‘Viti’ y ‘Lilla’, sus hijos los recordaron con el siguiente texto:

Una vida de enseñanzas 'a punta' de proverbios

'El amor y la muerte son engendros de la suerte'…

El 'Viti', como familiarmente lo llamaban en recuerdo de un célebre torero español, se pasó gran parte sus 106 años enseñando a través de refranes y dichos populares a sus 8 hijos, a los centenares de alumnos del Codeba y de las clases empresariales en El Sena y a los miles de oyentes de sus célebres efemérides ('Un día como Hoy') en el 'Radioperiódico Informando' del inolvidable periodista barranquillero Marcos Pérez Caicedo.

Sus proverbios los construía a partir de una ingeniosa mezcla de pensamientos de su cosecha personal, de lo que escuchaba en las calles y de un religioso hábito cotidiano de leer todo lo que cayera en sus manos: libros de los más variados autores y periódicos de todo el país (El Heraldo, El Colombiano, La Patria, El Occidente, etc), que conseguía en el Centro de Barranquilla. Esos proverbios y refranes eran unos sabios consejos que ponían a pensar, y se ajustaban como anillo, al dedo a las circunstancias que vivían los que le oían, ya sea en su casa, en sus equipos de radios o en las calles de la Arenosa de los años 70 ,80 y 90 del siglo pasado.

A las personas que sufrían los motivaba diciéndoles que 'el arte de vencer se aprende en las derrotas'; que 'triunfar es ir de derrota en derrota sin perder el entusiasmo'; que 'sólo se progresa padeciendo'; que 'el placer siempre se encuentra unido al dolor'; que 'las dificultades tienen un poder didáctico inigualable pues todo lo que el hombre sabe se lo debe a las épocas de crisis'; que ' un año de adversidad enseña más que cinco años de universidad'.

Estimulaba a la solidaridad expresando que 'muchas veces ayudando a los demás nos ayudamos nosotros mismos'; que 'para ser feliz hasta cierto punto, hay que haber luchado hasta el mismo punto'. A los líderes familiares, sociales o empresariales los adiestraba exhortándoles que 'Donde hay un carácter hay un camino, donde no hay un carácter… todo está perdido'.

A los jóvenes durante sus clases les aconsejaba fortaleciendo su personalidad insistiendo en el enorme valor de los Valores: que 'si la mala fama mata, la buena fama sana'; que 'la soberbia precede a la caída'; que 'hay que huir de las almas castigadas'. Que no se auto-engañaran pues 'la belleza de nuestros ídolos, muchas veces están en los ojos de sus creyentes' ; que 'al mal hijo Dios no le permite gozar lo que consigue'; 'que al mundo puedes engañarlo pero que a la conciencia nunca', etc.

Y sus dichos realistas que con erudición pregonaba: que 'muchas veces somos felices sin siquiera sospecharlo'; que ' más sabe el loco en casa propia que el cuerdo en casa ajena' ; que 'muchas veces el ciego se aparta del abismo en que cae el clarividente', ' que 'nadie es feliz con el consentimiento ajeno' , que 'por buscar las cosas inciertas perdemos las ciertas', que 'que bella apariencia tiene la mentira', que ' los hombres no vivirían mucho tiempo en sociedad si no se engañaran unos a otros', que 'si quieres engañar al mundo diles la verdad', etc. Admiraba la gente culta pues se percataba que en muchas ocasiones 'más tiene el rico cuando empobrece, que el pobre cuando enriquece'

Sus sabios refranes no escapaban de nuestros males modernos. De la corrupción, mal endémico de nuestro país, mencionaba picarescamente que 'administrador que administra y enfermo que hace gárgaras….algo tragan'. De los defectos o vergonzosas embarradas de ciertos miembros de las familias o de la empresa expresaba lo que termina ocurriendo muchas veces …. que 'en algunas dolorosas ocasiones lo que no ha de ser bien castigado…ha de ser bien disimulado'.

Acerca de los desplazados de la Violencia siempre citaba frases del libro que más admiraba: 'Los Miserables' de Víctor Hugo en donde nos leía profundos aspectos sicológicos de lo que significa ser un desarraigado: 'El náufrago no escoge puerto…va donde o llevan las olas'.

Solía expresar refranes cubanos llenos de picardía que invitaban a reflexionar. Que … 'Un jesuita y una suegra saben más que una culebra', que 'feliz y bien casado… sin suegra ni cuñado'; que el matrimonio ideal es ' una mujer ciega con un marido sordo'…. que 'en nuestra época las canas ya no se respetan si no que se tiñen', etc.

En fin fueron decenas y decenas de profundas reflexiones que hasta sus últimos años trasmitía y que hicieron que la mujer con quien amorosamente compartió hasta los últimos días de su vida, Ángela ( Lilla), confesara que una de las cosas que más le habían hecho perpetuar su amor por el 'Viti' fue 'su propósito permanente por aconsejar a los jóvenes'.

Coincidencial y misteriosamente, quizá por designios de Dios, los corazones del 'Viti' y 'Lilla' dejaron de latir el mismo día 17 de Febrero de este 2017. Él a los 106 años y ella a los 94. Definitivamente se cumplió lo que él tanto nos repetía, que 'el amor y la muerte son engendros de la suerte'…