Nuevamente se teje otra trágica historia en Barraquilla asociada al consumo de licor adulterado, esto luego de que se registrara una intoxicación masiva en el popular sector de ‘El Boliche’, pleno centro de la ciudad.
Hasta el momento, especialistas del Nuevo Hospital General de Barranquilla han informado de la muerte de al menos nueve personas, como también el aumento de los afectados por el consumo del alcohol adulterado, de los cuales seis han ingresado al centro médico y cuatro de estos permanecen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Entre los fallecidos se encuentran Nicolás Manuel Medrano, Helmot Enrique Escolar, José Felipe Crespo Ortiz, Emiro Alberto Miranda, Víctor Antonio Vargas, Ever Miranda Orozco y un hombre identificado con el alias de ‘El Zombi’. A ellos se suman dos personas sin identificar: un hombre hallado en vía pública del barrio Universal y una mujer encontrada en el barrio Rosario.

En la Unidad de Cuidados Intensivos permanecen Pedro Pablo Capachero Caraballo, una mujer no identificada y Aníbal Rivero Brochero. Mientras que, en observación médica se encuentran Ana Cecilia Céspedes, Eliberto de León y Rafael Eduardo De Alba Fontalvo.
El médico toxicólogo Agustín Guerrero, quien atiende a los afectados, reveló a EL HERALDO que los pacientes presentan una “acidosis metabólica severa”, un cuadro clínico típico que surge a raíz del consumo de alcohol metanol o industrial.
“Todos llegaron en estado de coma, con alteraciones metabólicas graves y compromiso del sistema nervioso”, precisó el especialista.
Guerrero confirmó que se trata de alcohol adulterado o metanol ligado con agua, conocido popularmente como ‘cococho’, el cual produce daños irreversibles en el organismo.
“Este alcohol casi siempre afecta el cerebro, la retina y el nervio óptico. Los pacientes que logran sobrevivir suelen quedar ciegos o con secuelas neurológicas permanentes”, advirtió.
Una tragedia que se repite
No es la primera vez que Barranquilla enfrenta este tipo de emergencias. En 1989, una intoxicación masiva por la misma sustancia dejó 21 muertos y cinco sobrevivientes ciegos. Años más tarde, en 2004, durante el Día de las Madres, 89 personas resultaron intoxicadas, 19 murieron y unas 30 sufrieron daño visual irreversible.
“Desde 2004 no se presentaban casos de esta magnitud, gracias a campañas preventivas y controles. Sin embargo, estas actividades delictivas se realizan de forma clandestina y son difíciles de detectar”, agregó Guerrero.
En aquel momento se dijo que el cuadro clínico presentado por los intoxicados fue el de fuerte dolor de cabeza, visión borrosa, alteración gastrointestinal y parálisis temporal, y todo por el consumo de altas dosis de alcohol metílico o metanol, que luego los llevó a la muerte.
La voz de las víctimas
Tres de los afectados alcanzaron a relatar que consumieron el licor en un mismo lugar. Ese testimonio permitió a las autoridades ubicar inmuebles donde se elaboraba el producto adulterado.
Según los reportes médicos, la mayoría de los pacientes intoxicados son personas en condición de calle, y en sus pruebas toxicológicas también se hallaron sustancias psicoactivas, lo que complica aún más el cuadro clínico.
Las autoridades mantienen campañas de sensibilización contra la compra y consumo de bebidas de dudosa procedencia, pues su comercialización ilegal continúa siendo una amenaza silenciosa en la ciudad.