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¿Qué es la economía circular? Simple. Se trata del aprovechamiento máximo de los recursos y así contribuir a un planeta mucho más sostenible.

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Quiere decir, que lo que puede ser desecho para unos, se convierte en una oportunidad para otros y así se va formando un círculo amigable con el planeta que enseña una forma de aprovechamiento.

Muchos desechos de diversa índole hoy son usados para la construcción de nuevos modelos de negocios.

El más conocido es el plástico, pero este tipo de emprendimientos aprovechan todo tipo de desechos para convertirlos en materias primas o productos finales.

Un ejemplo claro es el aceite que le sacan a los carros, que es convertido en biocombustible. También las baterías bien dispuestas pueden servir de insumos para la industria metalmecánica, al igual que los restos de componentes electrónicos que ya terminaron su vida útil.

Referentes en la región

En el Caribe son muchos y diversos los casos de éxito en este tipo de emprendimientos. Desde plantas de tratamiento de chatarra en varias capitales, hasta sofisticados sistemas de tratamiento industrial de aguas residuales, pasando por disposición final de bombillas, baterías, componentes eléctricos, electrónicos y muchos otros.

Desde hace tiempo el sector productivo se había venido planteando la necesidad de crear un mecanismo que sirviera para incentivar este tipo de soluciones.

Es así como hace tres años nació el programa Visión 30/30, una iniciativa promovida por los gremios empresariales que busca que de aquí al año 2030, las empresas ya estén aprovechando al menos el 30% de sus desechos.

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Se trata de un colectivo empresarial de la Andi que contribuye a impulsar la transición de Colombia hacia una economía circular, que en sus primeros tres años ya reporta más de 55.000 toneladas de envases y empaques aprovechados.

El trabajo conjunto de las 300 empresas de 27 sectores productivos que hacen parte del programa brinda la oportunidad de que se desarrollen nuevos enfoques de negocio a partir de elementos que para otros propósitos ya no resultan útiles.

Se trabaja bajo un modelo colaborativo que busca incentivar los diferentes actores de la cadena como la población recicladora, gestores, transformadores y productores para que lleven a cabo acciones que contribuyan a aumentar las tasas de aprovechamiento de materiales en el país, evitando que lleguen a rellenos sanitarios.

Para todos los sectores

Para acelerar la transformación cultural necesaria al momento de implementar la economía circular en los modelos de producción y consumo en Colombia, Visión 30/30 trabaja desde múltiples frentes que generan soluciones integrales a lo largo de las cadenas de aprovechamiento de los materiales.

Por mencionar algunas, acompaña a las empresas en la implementación de procesos de innovación e investigación alrededor del aprovechamiento y desarrollo de ecodiseño de envases y empaques y ha permitido la generación de oportunidades y desarrollo por medio de la inclusión de recicladores y demás actores de la cadena de circularidad.

Gracias a este modelo de trabajo, el número de empresas afiliadas aumentó en un 64% en los 3 años de gestión de la iniciativa, y ha trabajado con más de 5.000 recicladores y se han integrado de manera exitosa a la cadena 62 gestores y 47 plantas de aprovechamiento de materiales recolectados en 180 municipios del país de 27 departamentos del país.

De acuerdo con Mónica Villegas Carrasquilla, gerente de Visión 30/30 'en estos 3 años de gestión nuestro mayor logro ha sido la articulación exitosa de más de 300 empresas que demuestran que el trabajo colectivo nos lleva aún más lejos, pues nos ha permitido aprovechar de manera sistemática más de 55 mil toneladas de envases y empaques y darles una nueva vida'.

'El camino por recorrer aún es largo, y estamos convencidos de que la producción y consumo basados en la circularidad, mediante el aprovechamiento de materiales de envases y empaques juega un rol fundamental para generar impacto positivo en el medio ambiente, en la productividad y aún más importante en el progreso social', agregó.

Con estos avances, la iniciativa colectiva de empresas ratifica su compromiso en contribuir a la transición de Colombia y la región Caribe a una economía circular, en la que el aprovechamiento de los materiales de envases y empaques se haga con altos niveles de exigencia y calidad, con inversiones en innovación e inclusión y con prácticas de vigilancia local y global de tendencias que deriven en la aplicación de la Estrategia Nacional de Economía Circular.

Además de seguir buscando empresas para sumarlas a la iniciativa, también el empresariado nacional y caribeño busca generar una cultura hacia hábitos de vida sostenible en los ciudadanos, consolidarse en el largo plazo como motor de la innovación hacia nuevos materiales, tecnologías, diseño de productos y modelos de negocio.