Una de las peleas más esperada de La Velada del Año 5 ya tiene ganadora. Abby derrotó a Roro este sábado 26 de julio en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, ante más de 80.000 asistentes. La influencer española perdió por decisión dividida luego de tres asaltos intensos, que estuvieron marcados por el desequilibrio físico, las molestias durante la pelea y la presión de una rivalidad que había escalado en redes sociales durante semanas.
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Roro, una de las participantes más comentadas del evento, se quedó sin el cinturón luego de tres rondas en las que, pese a la diferencia de peso y altura, logró mantenerse firme. Pero no fue suficiente. Para los jueces, Abby conectó más golpes, dominó mejor la distancia y mostró mayor eficacia en los momentos clave.
Un comienzo cuesta arriba
El primer round no fue favorable para Roro. Si bien intentó reducir la distancia con Abby, su rival mantuvo el control y lanzó un golpe certero que la obligó a retroceder.
Poco después, un izquierdazo de Abby dejó a Roro desorientada, lo que obligó a iniciar un conteo. Aunque se recompuso, sufrió un traspié más: una torcedura en el pie que limitó su movilidad durante el resto del combate.
A pesar de ello, la española no se detuvo. Impulsada por los gritos del público, regresó con firmeza a la pelea e intentó constantemente acortar la distancia, su principal estrategia frente a una oponente con mayor altura y alcance.
Un cierre reñido, pero con veredicto claro
El segundo y tercer asalto fueron más parejos. Hubo intercambio de golpes, tensión y mucha resistencia por parte de ambas. Pero a ojos del jurado, Abby se impuso con claridad en la suma general: conectó más, falló menos y supo manejar el ritmo del combate.
Una derrota que no apaga la conversación
Más allá del resultado, el duelo entre Roro y Abby fue mucho más que un cruce de boxeo. Fue el desenlace de una tensión acumulada en redes, entrevistas y declaraciones cruzadas.
En el camino, discutieron por su diferencia de estatura, por sus ideologías y por la manera en que cada una se planta ante el público: Roro, con un discurso más tradicionalista; Abby, crítica con esa visión y dispuesta a confrontarla.
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Durante la preparación, Roro tuvo que aumentar masa muscular, mientras Abby bajó considerablemente de peso. La diferencia física y los cuestionamientos sobre quién se esforzó más fueron parte del fuego previo al combate. Pero en el ring, los golpes hablaron.
¿Y ahora qué?
Aunque Abby se llevó el cinturón rosa, Roro se ganó el respeto de muchos por su resistencia, su actitud y su temple ante la adversidad. Perdió, sí, pero sin rendirse. Como dijo en la previa: “No voy a insultar a otra mujer para sentirme mejor conmigo misma”. Y así fue: no recurrió a provocaciones, se enfocó en pelear… pero no logró quedarse con la victoria.
La conversación en redes sigue viva. Pero el veredicto, al menos en el cuadrilátero, ya está dado.
