Con la vitalidad de una adolescente y con ochenta y cinco años, edad que solo es delatada por su cabello blanco, Nora Avendaño Malabet vive orgullosa de las 1920 alumnas y alumnos a quienes les transmitió su goce y pasión por la pintura.
No en vano conserva los cuadernos en donde aparecen registrados sus nombres.
Eran tiempos en los que impartía clases desde su academia en Barranquilla, labor que todavía realiza con clases a particulares en su estudio de Pradomar.
No obstante, no tiene reparos en continuar con su rutina que empieza a las cuatro de la mañana y finaliza a las seis de la tarde, días en los que ágilmente se transporta en bus hasta Barranquilla, pinta, atiende el celular, en fin.
Hoy será diferente, a las 7 p. m. recibirá a sus alumnos, seguidores de su arte, en el Hotel El Prado, donde el secretario de Cultura, Afif Simán, le entregará el pergamino Premio Vida y Obra 2012 del Portafolio de Estímulos.
Muchas de sus realizaciones en distintas etapas, formatos y técnicas enmarcarán la velada para esta dama barranquillera que estudió en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico y en Fine Arts, en Boston, Massachusetts.
Frescos también tiene los recuerdos cuando vivió en Cartagena, abrió su primer taller y tuvo entre sus alumnas a las hijas del acuarelista Hernando Lemaitre. Luego, muchas exposiciones van mostrando el trazo de esta artista que a los 12 años de edad recibió su primera clase de pintura con el italiano Édgar Riagno y tuvo entre sus guías al maestro Ángel Loochkartt.
Por Martha Guarín R.





















