Luego del polémico proyecto de reforma tributaria que fue retirado a comienzos de mayo del Congreso de la República por el Gobierno nacional, se inicia un nuevo camino para buscar la manera más eficaz de obtener los recursos que necesita el Estado para hacer frente a los desafíos fiscales y sociales agudizados por la crisis económica que ha traído la pandemia.

Desde hoy comienza lo que el Gobierno ha denominado “la construcción regional del proyecto de Inversión Social con Financiación Sostenible”, que busca ampliar el consenso frente a los caminos que se deben seguir para lograr ese equilibrio financiero, que tiene como principal objetivo apalancar los recursos que permitan sostener los programas sociales con los que el Estado le ha estado haciendo frente a los estragos económicos que han dejado los meses de estado de emergencia sanitaria.

Justamente en Barranquilla se inaugura hoy este ciclo de conversaciones con los diferentes sectores, liderado por el ministro de Hacienda y Crédito Público, José Manuel Restrepo, quien ha declarado que se buscan más voces que aporten desde las regiones, en las cuales el Gobierno cree que hay iniciativas muy importantes que deben ser tenidas en cuenta.

Lo que se tiene claro es que se parte de bases ya aportadas por expertos conocedores de los temas fiscales y tributarios, gremios y jóvenes líderes que han venido haciendo un acompañamiento a la iniciativa.

El ex ministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo ha dicho que se hace necesario tener cuidado de “no ir a cargar las rentas de trabajo y la clase media”. La Universidad de los Andes aportó la idea de que la construcción del proyecto se hiciera de manera descentralizada.

Todo ello sin dejar de lado el hecho de que el Gobierno tiene la responsabilidad de fondear los programas sociales que se requieren para enfrentar la realidad de más de 5 millones de colombianos que hoy están en situación de vulnerabilidad o pobreza extrema.

También se han hecho recomendaciones importantes en el sentido de que la DIAN necesita ser más eficiente en el recaudo. Esto complementado con los esfuerzos que debe hacer el Gobierno en la austeridad del gasto público.

Es loable el hecho de que en esta oportunidad se vaya directamente a las regiones, ampliando así el debate muchas veces centralizado sobre decisiones que a la larga terminan afectando a todo el país.

Hoy se inicia en Barranquilla una ruta que llevará la discusión a ciudades como Ibagué, Cúcuta, Villavicencio, Medellín y Cali, entre otras, en busca de esas inquietudes y propuestas que los líderes regionales tienen para aportar.

Está claro que el consenso es el mejor de los caminos y es muy importante que se aprenda de los errores cometidos en el pasado para no repetirlos. Se requiere un nuevo proyecto de Inversión Social con Financiación Sostenible, es evidente que sí, está más que demostrado. La gran diferencia esta vez, y ojalá se dé una amplia participación, es que se traduzca en un texto acorde con las realidades del país y que recoja las realidades de las regiones para que una vez sea convierta en ley de la República cumpla con los propósitos trazados.