El uso de la inteligencia artificial se convirtió en algo cotidiano, muchos la consultan para resolver trabajos académicos, para intentar solucionar problemas de salud, incluso entablan largas conversaciones con los distintos chatbots a los que incluso les terminan pidiendo consejos amorosos. Por todo lo anterior, la revista Time, que acostumbra a escoger el personaje del año, en este 2025 no eligió a un humano, sino que en su portada aparece una construcción alrededor de las letras AI (por sus siglas en inglés).

Esta es la cuarta vez, desde 1927, año en que inició este ejercicio, que esta publicación elige a una entidad no humana como su Persona del Año. En 1982, el ordenador personal fue seleccionado como su “Máquina del Año”; ‘Endangered Earth’ como su ‘Planeta del Año’ en 1988; y la revista eligió ‘You’ como Persona del Año 2006 por la revolución de los primeros usuarios de redes sociales como creadores de contenidos.

En esta ocasión la revista señala 2025 como el año en que el potencial de la inteligencia artificial irrumpió en escena, sin vuelta atrás. “Por traer la era de las máquinas pensantes, por asombrar y preocupar a la humanidad, por transformar el presente y traspasar lo posible”, anunció Time.

El artículo también exalta a sus arquitectos, el director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang; el director de Meta, Mark Zuckerberg; el propietario de X, Elon Musk; y la “madrina” de la IA, Fei-Fei Li, son algunas de las personas que aparecen en una de las dos portadas de la revista.

Expertos afirman que esto pone de manifiesto la rapidez con la que la IA y las empresas que la desarrollan están transformando la sociedad. Esta elección no debería causar tanto asombro, debido a que a lo largo del calendario en curso esta herramienta ha dominado los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo, al punto que muchos han expresado preocupación por sus posibles peligros. En el mundo cultural, su irrupción en los ámbitos creativos ha estado en primera línea de los debates, especialmente en la industria musical, provocando discusiones encendidas.

De esta manera, se marca una nueva era, el nuevo mundo empieza determinado por este campo de la informática que desarrolla sistemas capaces de realizar tareas que normalmente requieren inteligencia humana, como aprender, razonar, percibir, resolver problemas y comprender el lenguaje, usando algoritmos para procesar datos y tomar decisiones, permitiendo a las máquinas adaptarse y actuar de forma autónoma. Porque de una vez sea dicho, esto no es solo chat GPT, implica procesos más complejos que venían siendo analizados desde décadas anteriores y que en este año encontraron su punto de ebullición.

Su uso tampoco debe ser satanizado, pero sí debe ser regulado, contar con un marco ético y legislativo. Así lo afirma Nathalie Vélez, directora de Lumo Media Lab, empresa desarrolladora de inteligencia artificial para medios como Caracol Televisión, quien indica que son infinitas las posibilidades que ofrece. “Puedes inventarte una foto, un texto, pero los principios que se rigen del uso responsable es que justamente lo que se publica debe tener la revisión y aprobación de un humano, siempre debe existir el control por parte de una persona”.

En nuestro país, recientemente, el director del diario El Espectador, Fidel Cano Correa, ofreció disculpas públicas porque un practicante publicó varios artículos generados con inteligencia artificial y construidos a partir de información con fuentes falsas. “Ofrecemos disculpas porque publicamos información falsa y es imperdonable que haya pasado los filtros y esos contenidos hayan llegado a ser publicados. En esencia, tuvimos un irresponsable aprendiz de periodista en nuestra sala de redacción”, dijo Cano Correa.

El caso sin duda abre una serie de interrogantes que invitan a reflexionar sobre el abuso de la IA, porque por mucho que haga… no puede hacerlo todo, y siempre se necesitará de una mente humana que supervise.

Por otra parte se debe decir que hay campos en los que aún no ha podido ser implementada, por ejemplo el chef barranquillero Orlando Malkun le contó a este diario que solo la utiliza para realizar cotizaciones, pero que al momento de escoger ingredientes, prepararlos y servirlos a la mesa, la labor aún sigue siendo netamente humana. “En mi trabajo como chef no hay inteligencia artificial que me dé la mano aún porque no tiene la capacidad de explorar sabores, esto hace que mi trabajo sea mucho más auténtico y bien valorado”, sentenció.