La foto del equipo en el cual debutó como titular con el Junior, ocupa un lugar especial en la sala de su casa. La imagen fue tomada el 16 de febrero de 2014, día en que el cuadro tiburón se enfrentó a Patriotas, en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez. Desde esa ocasión, William Tesillo Gutiérrez no volvió a ceder el puesto como defensa central. Han sido 5.521 minutos en los que 'he dejado el alma', dice.
La disciplina que asegura tener como ser humano, se refleja en la cancha. Solo ha visto la roja una vez en toda su carrera como profesional. Y con Junior apenas se ha perdido un partido por sanción (acumulación de amarillas). Ha disputado 55 encuentros de Liga con los rojiblancos.
Tesillo le abrió la puerta de su casa a EL HERALDO y en compañía de su esposa, Daniela Correa Mejía; su suegra, María Eugenia Mejía; y Lupe, una perra de raza pug, contó detalles de su recorrido como futbolista y otros aspectos de su vida cotidiana.
¿En qué cancha comenzó a dar sus primeros pasos como futbolista?
En la cancha del barrio El Campito. Yo nací y me críe en La Alboraya. A los 7 años ya estaba en una escuela de fútbol. En el colegio jugaba como delantero o de volante, pero en Escuela Barranquillera lo hacía como lateral izquierdo o central.
¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?
Jugaba en un equipo que se llamaba Mundialito, del barrio La Ciudadela. Ahí conocí a Vladimir Hernández. Para un torneo Asefal, Escuela Barranquillera me compró por dos pares de guayos, unos balones y unos petos. Yo quería jugar fútbol y estudiar. Con la escuela Barranquillera fui campeón varias veces de la Liga, yo era el capitán. Estuve en varias selecciones Atlántico como lateral izquierdo.
¿Tuvo algún inconveniente en su proceso para formarse como futbolista?
En el 2006 me fui para Cartagena a jugar en un equipo que se llamaba Squash, lo estaban armando para jugar el torneo de las Américas en Cali, pero finalmente no quedé en el equipo. Me regrese a Barranquilla y le dije a mi papá que quería comenzar a estudiar. Tenía 16 años y a esa edad creía que ya estaba viejo para jugar. Pero un día me llamó el profesor Agustín Garizábalo y me dijo que Hernando Ángel estaba necesitando un lateral izquierdo para Boca Juniors de Cali y que me había recomendado.
¿Cómo fue esa experiencia?
Lo que viví allá me sirvió mucho porque en Barranquilla yo estaba acostumbrado a que todo me lo hiciera mi mamá. En Cali me tocó lavar, viví con 20 muchachos, en cada cuarto había 8 muchachos con cuatro camarotes. Fui algo complicado. La convivencia fue difícil. Algunas cosas se perdieron. A los cuatro días de estar allá le dije a mi papá que me quería regresar. A las 9:30 de la noche teníamos que estar en la casa, si no llegábamos a esa hora nos dejaban afuera
¿Cuándo comenzó a ver cerca la posibilidad de ser un futbolista profesional?
En el 2008 me llevaron a la ‘B’ a jugar con Centauros y sabía que ahí era el inicio para ser un jugador profesional. Sabía que era difícil llegar, pero en Centauros me di cuenta que lo podía lograr. Estando allá mi mamá falleció. Después de un partido de Copa Colombia me llamaron para decirme que había fallecido.
¿Qué tanto lo afectó la muerte de su mamá?
Pues eso me dio fuerzas para seguir adelante, pero con esto que me sucedió me fortalecí más en Dios. Mi mamá tenía un tumor cerebral, ella tenía 45 años cuando falleció y yo 18. A ella no le gustaba verme jugar porque no le gustaba que me dieran patadas, así que prefería no verme.
¿Cómo llegó al Quindío?
Me llevó el profesor Conde en el 2010. En el primer semestre no nos fue bien, sacaron al técnico y llevaron al ‘Pecoso’ Castro. Recuerdo que en el primer entrenamiento fui a cortar un balón, me le lancé en plancha a Carlos Rodas y le lesioné el tobillo. Rodas me dijo de todo. Para el segundo entrenamiento, ‘Pecoso’ estaba sacando la titular. Yo no le prestaba atención porque yo no estaba jugando, pero de repente me llamó y me puso de titular en el primer partido que dirigió.
¿Qué es eso que tanto anhela con Junior?
Quedar campeón. Recuerdo que en el 2004, como hincha, celebré el título locamente. Ahora estar jugando y quedar campeón sería un sueño cumplido. Eso sería lo máximo
¿Ve a este Junior consiguiendo el título?
Creo que ahora estamos más compenetrados dentro y fuera de la cancha. Esa solidaridad que hay en el equipo nos ha mantenido fuertes. Estamos siempre con el deseo de ganar en cualquier parte en la que juguemos, el equipo lo veo encarrilado y compenetrado.
¿El momento más duro en Junior?
Cuando perdimos la final ante Nacional. Mi esposa estaba en Medellín y lloramos juntos.
¿Quedó esa espinita?
Esa espinita está latente, se nos escapó, pero tengo fe que esté va a ser el semestre para lograr el título.
¿Qué huella le gustaría dejar en Junior?
Quiero que me recuerden como un defensa aguerrido, que siempre sudó la camiseta y que nunca dio un balón por perdido.
¿Cuál es su gol soñado?
De cualquier forma, pero me gustaría hacerlo en el Metropolitano.
¿Cuál ha sido el delantero que más dolor de cabeza le ha dado?
Los rápidos y habilidosos son los más difíciles de marcar, no sabe uno para donde van a coger.
¿Es usted muy amante de los perros?
Sí, pero mi esposa es más amante que yo. Primero teníamos una píncher, después me llegó de sorpresa con una pug.
¿Aparte de jugar fútbol que le gusta hacer?
Salgo con mi esposa mucho a cine y juego Play Station. Voy a la iglesia, escucho música cristiana y leo la Biblia.
¿Su película favorita?
Me gustan mucho las de superhéroes. Ahora salió Vengadores 2, Rápido y Furioso. Por mi hija me gustan las de Disney.
¿Qué le hubiese gustado ser si no fuese futbolista?
Me gusta mucho la contaduría pública. Me gustaría estudiar algo que tenga que ver con los números, finanzas.
¿Cómo le iba en el colegio?
Bien hasta que estaba en sexto de bachillerato, siempre ocupaba los primeros lugares, pero cuando comencé a estudiar en la mañana me empezó a ir regular por los entrenamientos con la selección Atlántico.
¿Está entregado totalmente a la religión cristiana?
La verdad, sí. Intentamos hacer las cosas para agradar a Dios. Tenemos muy claro que Dios nos ha dado todo y me ha permitido sostenerme. Salgo cuando hay un cumpleaños de un amigo, el trago no me gusta.
¿Su comida favorita?
A mi esposa siempre le digo que me haga sancocho, también me gustan los frijoles que ella hace.
¿Qué cosas lo ponen a llorar?
Ver personas en la calle que no tienen nada que comer.
¿A qué defensa admira?
A Thiago Silva y David Luiz. Cuando joven seguía a Iván Ramiro Córdoba y Mario Yepes. En Junior me gustaba Édgar Zapata.
Curiosidades
Tres goles.
En su carrera como profesional, William Tesillo solo suma tres goles. Se los anotó al Pereira (1) y al Caldas (2). Todos con Quindío.
Amarillas con Junior
Diez amonestaciones suma el defensor central. Nunca ha sido expulsado con la rojiblanca y solo se ha perdido un partido (uno por acumulación de amarillas).
Una sola expulsión
La única expulsión de Tesillo en su recorrido futbolístico se registró el 10 de septiembre de 2011 ante Huila (minuto 57).